Desde Inlucro.org os deseamos mucha paaaaaasta, mucha salud y mucho amor….El orden de los factores no altera el producto
Hace ahora justo 8 años, en medio de una feroz campaña de populismo demagógico, escribía e intentaba explicar lo siguiente :“¿Qué es lo que está ocurriendo en nuestro mercado inmobiliario a tenor de la caída de los datos hipotecarios que se va conociendo? La obra nueva se ha parado en seco, y los propietarios están amortizando deuda a marchas forzadas, dejando en evidencia la falacia de buena parte de los estudios sobre el tan cacareado y pernicioso endeudamiento de las familias españolas. De hecho, el verdadero problema hipotecario empieza aquí. Los ciudadanos más solventes, que sostienen sobre sus espaldas al sistema financiero, perciben que la deuda más liviana es ya un riesgo insoportable por la fuerte recesión venidera. No confían en el futuro y deshacen el camino andado. Los recursos que de otro modo dedicarían a invertir y consumir, se los devuelven a unos bancos en los que se van quedando las deudas de peor calidad. Al incremento de la morosidad y al mayor coste de los pasivos, hay que añadir ahora la previsible caída de la rentabilidad de los mejores productos financieros”.¿Qué significa esto? Algo tan claro como que una decisión judicial estúpida, populista o escasamente meditada, puede convertir los clientes “buenos” de las entidades financieras en clientes “malos” y potencialmente “tóxicos”. Contrariamente a lo que pueda parecer leyendo estúpidos comentarios en los periódicos, es buena noticia para los bancos y pésima para los clientes hipotecados. En efecto, ninguna entidad tiene “interés” en tener “malos clientes” en cartera, de modo que crece el incentivo para que se vayan voluntariamente a otras entidades. Esto es algo que ya estaba ocurriendo en algunas cajas catalanas con algunos clientes “potencialmente” tóxicos. Y publicamos hace muy pocos meses la exclusiva que lo confirma.