Archivos de la categoría Análisis Económico

El billete de 500 euros y el desastre de Panamá


ALMORANA

Un abuelo le regala a su nieto un billete de 500 euros para su comunión y le dice: “guárdalo”. La criatura había pensado hacerle caso y esconder el guarrillo en su habitación, pero sus padres, que han estudiado y que ven la tele todas las noches, le intentan explicar la diferencia entre dinero blanco y dinero negro y le aconsejan que lo lleve al banco.  No entiende nada, porque el billete que le ha regalado el yayo es morado.  El abuelo, disgustado, no dijo nada pero ya no le regaló ninguno más.  El caso es que pasaron uno años hasta que se acordó del dichoso billete en la cuenta. Quería comprarse un Smartphone  pero, sorpresa,  sólo quedaban 235 euros. Mamá  y Papá estaban enojados, decían palabrotas muy feas,  y el niño entendió entonces lo que le decía el abuelo.

No se entiende – o se entiende demasiado bien – el empeño de los políticos y comisarios del régimen en criminalizar el billete de 500 euros, hasta el punto de querer prohibir su tenencia. Por su propia naturaleza e importe es el billete más seguro de cuantos existen. Nadie va aceptarlo como pago salvo comprobar fehacientemente su valor o retirarlo directamente de una entidad financiera. Esa característica lo hace ideal para el ahorro, al margen de que la inflación que genera la actividad económica “desgaste” su valor real, y frena su circulación según el viejo principio de la Escuela de Salamanca: “La falsa moneda de mano en mano va, nadie se la queda”.

Con la filtración de los Papeles de Panamá, disfrazada de investigación periodística, se repite el movimiento que permitió acabar con el secreto bancario. El ex banquero Rudolf Elmer entregó a Julian Assange y Wikileaks varios discos con nombres de clientes que habían usado las cuentas en Suiza, entre 1990 y 2009, para evadir impuestos en EEUU, Alemania y Reino Unido. Después de aquella “revelación”, el contencioso fiscal entre EEUU y el gobierno helvético dio un giro de 180 grados.

Según los datos que se han publicado en diversos medios para adornar la noticia, la cantidad de dinero evadido por las “elites” políticas, culturales y empresariales a “paraísos fiscales” ronda los 25-30 billones de euros.  Puede parecer una cantidad “significativa” pero en realidad solo es una cifra “abultada”.  La guerra contra el fraude masivo y la filtración de “papeles”  no deja de ser propaganda  (ruido mediático) para “revalorizar” la moneda cuando los principales bancos centrales se han lanzado a una carrera loca para imprimir moneda ex novo.  Entre 2000 y 2016 ha crecido a un ritmo del 6% anual mediante el procedimiento de crear Deuda

Los aspectos morales y políticos del asunto son pura entretenimiento. Tiene su aquel que los santones de la izquierda que les perdonaban la vida a los sufridos contribuyentes de clase media hayan salido en los Papeles y no sepan dónde esconderse.  Los pobres mortales debemos hacer lo que predican pero no seguir su ejemplo. Ya se sabe: la carne es débil.

©Belge

UBER, kilómetro cero


La idea que transpira Madrid es que los ciudadanos se pasan el día circulando con el coche o viajando en el Metro. Es suficiente que se corte el tráfico rodado, como ocurrió en Bruselas el pasado 22 de marzo, para que una Ciudad entera se paralice. El sistema de gestión compartida del kilometraje urbano despliega la lógica oculta de un entorno que ha crecido hasta su límite natural. No caben más coches en las ciudades.  El aro de la M-40, si es que finalmente mide los 40 kilómetros prometidos,  se colapsaría definitivamente con 100.000 coches parados. Lo mismo con la M-30, la M-50 y con las casi 40.000 calles que componen el entramado viario de esos 600 km2 que llaman Madrid.

En teoría, una metrópoli como Madrid en la que tienen su sede el 40% de las 5.000 mayores empresas de España   genera suficiente actividad para mantener ocupada a una población de más de 3 millones de personas oficialmente censadas.  Pero de la teoría a la praxis, se plantea una serie de problemas logísticos. Ni los 3 millones de ciudadanos que viven extramuros pueden acceder con su coche a Madrid sin preparar un atasco monumental,  ni los 3 millones de habitantes de Madrid pueden sacar su vehículo del aparcamiento sin colapsar el tráfico.

La de UBER es un poco la misma lógica surrealista e interesada que impulsó a construir miles de compartimentos poco o nada estancos en los espacios públicos para “proteger” la salud de los no fumadores, en lugar de prohibir fumar. En lugar de favorecer el uso del transporte público y del taxi, se crea un incentivo perverso a la compra de vehículos privados infrautilizados con el pretexto de usarlos en común de un modo más eficiente.  Huelga decir que ganan los fabricantes de vehículos, los productores de petróleo, los intermediarios financieros y pierden consumidores, trabajadores y habitantes de las ciudades.

Por lógica, con 3 millones de unidades, el parque automovilístico en Madrid ocupa una superficie en reposo de 30 millones de m2.  Para los de letras: 30 de los 600 km2 de la capital de España.  Y para las maniobras de aparcamiento, necesita una superficie disponible exclusiva de 1.000 millones de M2.  En resumen: no se pueden mover. Dicho de otro modo:  se puede comprar, se puede admirar, se puede aparcar….y luego no se puede usar.  La solución UBER, muy al estilo protestante y puritano es: vamos a racionalizar el uso del coche que te has comprado pero que no vas a poder usar.  En un futuro no muy lejano, es posible que cada calle y vial debidamente privatizado cuente con su peaje y radar correspondiente.

El gran negocio de ciudades como Londres, París, Bruselas, Madrid o Barcelona salta a la vista. Si el 30% de su población mueve el coche a diario y recorre una media de 50 kilómetros, el consumo de carburante correspondiente asciende a 2.000 euros/año.  Para un municipio como Madrid, es un pellizco de 4.000 millones al año que equivale a todo su Presupuesto. El capitalismo anglosajón y protestante es pasear el coche.

©Belge

Las hipotecas tóxicas de CatalunyaCaixa


La jugada de  suprimir las Cláusulas Suelo

Blackstone. Aunque lo parezca, no es un lugar oscuro. Es uno de los Fondos de Inversión y de Capital Riesgo americanos que se han quedado con una buena tajada del suculento negocio hipotecario en España.  Al calor del apasionado y poco racional debate público sobre hipotecas y desahucios, se fue induciendo una corriente de opinión a favor de reestructurar las deudas, supuestamente insostenibles, del mercado español. La pinza entre populistas incendiarios y especuladores llevaron al Gobierno y al Banco de España a ceder parte de la lucrativa cartera inmobiliaria de las Cajas a los llamados Fondos Buitres.

En julio de 2014, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) adjudicó Blackstone más de 40.000 hipotecas de CatalunyaCaixa. Gracias a que fueron definidas como “tóxicas”, la operación se saldó en abril de 2015 para los inversores americanos con un descuento de 2900 millones de euros equivalente al 45% del valor nominal de la cartera (6400). La exclusiva que aportamos confirma que en dicho lote se adjudicaron préstamos sin demasiado riesgo. El negocio latente es evidente e inmediato, facilitando al titular de la vivienda una ganancia media de hasta 30.000 euros a cambio de amortizar la deuda. Un beneficio de más de 1.000 millones de euros por transferir en 6 meses los activos de unas entidades financieras a otras.

En el caso de España, la presión de los mercados internacionales no ha resultado tan decisiva como el feroz hostigamiento callejero (escrache) al que han sido sometidos los políticos y sus familias a partir de 2012. Ha sido la guinda a una campaña de agitación “mediática” que ha durado casi 10 años y que ha envenado el debate inmobiliario y financiero con datos y estadísticas deliberadamente falsificados. Se han cargado las tintas en periódicos y televisiones confundiendo deliberadamente desahucios de inquilinos morosos, embargos de fincas, segundas residencias y locales con las ejecuciones forzosas de viviendas habituales. Se ha magnificado con intencionalidad política el problema de la deuda de las familias en España, obviando un abultado saldo financiero neto a su favor.

Gracias precisamente a que las familias españolas podrían saldar todos sus pasivos de un día para otro, sin ninguna dificultad, los Fondos Buitres podrían extraer del mercado español más de 100.000 millones de euros. En España como en Grecia han invertido bastante dinero en alimentar un debate artificial sobre la “reestructuración” de la “insostenible” Deuda Pública, pero lo único que necesitan son coartadas políticas y que las famosas “auditorías populares” les brinden titulares de prensa con mucha tinta.

¿Era necesario traspasar la cartera hipotecaria de las Cajas y Bancos a los Fondos Buitres? ¿El negocio de sanear el “riesgo” del mercado inmobiliario en España está resultando bastante “sucio”? ¿Se puede extrapolar al actual debate sobre auditorías populares y “reestructuración” de las deudas “ilegítimas”? ¿Es un caso de libro de venalidad de la Casta Postulante? ¿Ha sido chantajeado el gobierno con la amenaza del “rescate” de España?

(c) Belge 2015

El Derecho de Residencia



De todos los conceptos que conforman el Estado de Bienestar, el Derecho de Residencia es, a todas luces, ese punto ciego que a nadie interesa situar en el centro del debate público.  Es un olvido táctico. Desde hace unos 15 años hemos intentado aclarar y articular algunas ideas.  No digo  “hemos” por un ataque repentino de humildad, sino porque el concepto de derecho de residencia nació y creció como consecuencia del debate inmobiliario numantino que unos pocos usuarios y foreros (Arnelas, Dígame, Zeltia a 150, Granadero, etc ) sostuvimos  frente a un colectivo coordinado de activistas y militantes al servicio de intereses financieros ocultos y movimientos políticos de corte “leninista”.

Sigue leyendo El Derecho de Residencia