Ha sido una verdadera sorpresa descubrir lo que ganaba Maxim Huerta. En un país donde los periodistas se mueren de hambre y donde la Prensa hace años que no cumple su función democrática, siempre es interesante conocer que hay tertulianos y comunicadores que saben sacar lustre a su notoriedad y monetizar su paso por la pequeña pantalla.Sus pleitos y cuitas con Hacienda son bastante menos relevantes que su desprecio por el deporte y por los deportistas. Como deportista aficionado que se honra de no haber leído ni una línea suya ni haber visto ni una sola de sus tertulias con Belén Esteban y demás fauna de la televisión, el nombramiento me parecía una simpática provocación del presidente mocional. La elección de Pedro Sánchez delata el juicio que le merecen la cultura y el deporte en España, y el respeto que le profesa a la ciudadanía española.Algún analista ha sugerido que el valenciano periodista de Tele5 era el Plan B de otro candidato más avispado que haya rehusado el nombramiento, pero más bien parece que Huerta es un ministro de fogueo, consentidor y telonero. El principal objetivo político del simpático periodista es dimitir y ceder el testigo a otro, dejándole claro a la Opinión Pública que Pedro Sánchez es ese político regenerador, íntegro, limpio, puro y valiente que necesita España.El simpático ministro del Ejecutivo Mocional no ha hecho nada malo, pero dará ejemplo y sacrificará su impoluto cargo en el altar mayor. Aun así, Maxim Huerta el Breve pasará a la Historia por mérito propio. Seha convertido en el primer ministro de deportes en el mundo que asume la destitución del entrenador de la Selección de Fútbol el día antes de empezar el Mundial. Ese récord va a ser difícil de batir. Aunque Mugabe o Maduro quisieran robarle la Gloria al buen de Maxim, primero tendrían que clasificar a su Selección y luego disputarle el título de favorito a otro rival en un partido a vida o muerte.La decisión de destituir a Julen Lopetegui demuestra con creces que ni Maxim Huerta está capacitado para llevar la cartera de Deportes ni Luis Rubiales tiene la dignidad y estética mínima exigible para dirigir la Federación Española de Fútbol. Si lo que pretendían era hacer bueno a Villar, a fe que lo han conseguido con creces. Y si hay que postular a Rubiales como Premio Nobel de Literatura 2017 ¡hágase ya mismo!La misma Prensa deportiva que ha estado 30 años sin ver ni uno solo de los chanchullos de Villar se ha tirado a degüello sobre Lopetegui. En cuanto alguien filtró la noticia del preacuerdo con el Real Madrid, los mal llamados periodistas deportivos han olido la sangre y se han lanzado como hienas sobre el entrenador vasco de la Selección española. Por desgracia para ellos, la secuencia de los hechos acaecidos les delata.Luis Rubiales es elegido el 17 de mayo, tras derrotar de forma sorpresiva a Tebas, y toma posesión del cargo el 18 de mayo. 4 días después, tiene prisa por renovar con gran aparato mediáticol a Julen Lopetegui. Es un hecho que nadie puede rebatir. Pero ¿qué sentido tenía renovar al entrenador antes del Mundial? Si consideramos el éxito y el fracaso absoluto, resulta evidente que la renovación preliminar era absurda, contraproducente e innecesaria. ¿O tenía otro motivo oculto?Nada más resultar elegido al frente de la Federación, Luis Rubiales entabla negociaciones con La Caixa, que prosperan y se plasman en grandes titulares el día 7 de junio. La Caixa de Barcelona, históricamente ligada al nacionalismo catalán, patrocinará hasta 2024 a la Selección Española. El desglose de la noticia en la prensa catalana no tiene desperdicio.Unos pocos días después, es de suponer, Julen Lopetegui se deja seducir por los cantos de Sirena del Real Madrid. Existe un preacuerdo verbal para entrenar al Madrid después del Mundial, en el más que probable caso de que el Equipo de España quede eliminado y alguien de la Federación reclame el relevo. Pero la situación se precipita porque ese mismo alguien u otro filtran a la prensa deportiva la existencia de ese preacuerdo para reventar el vestuario como ya hicieron con el Caso De Gea en Francia.A partir de ese momento, el Presidente de la Federación Española de Fútbol se muestra públicamente ofendido y le monta un auténtico Casus Belli a Lopetegui. Es destituido poco antes del mediodía, a pesar de contar con el apoyo unánime de los jugadores. En su lugar coloca a Fernando Hierro, que entrenaba al Oviedo en Segunda y al Equipo de Solteros en su barrio.Maxim Huerta el Breve, el ministro de Culturas y Tertulias, decía la verdad cuando juraba por Snoopy que odiaba el Deporte y a los Deportistas. Un político así, fan fresco y espontáneo, no debería dimitir por algo tan nimio como una discrepancia con Hacienda. Se ha ganado el derecho a ser Ministro Portavoz del Frente Mocional.© Belge