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Resumen de la intriga nacionalista en España


La hoja de ruta que se está siguiendo con los nacionalismos en España es bastante compleja y tiene un desarrolla a largo plazo. Pero, afortunadamente, va quedando bastante clara a medida que acerca a su fase final.

Lo primero, lo que más ha dificultado que la entendiésemos, es que no son los nacionalistas quienes la manejan. En realidad es el propio PSOE (Cataluña nación, nación de naciones..)

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“La hoja de ruta nacionalista”
https://politicadegaraje.blog/2019/10/18/la-hoja-de-ruta-nacionalista/

El objetivo final no es la separación de Cataluña o País Vasco. Ya que seguiría quedando una España demasiado grande e influyente dentro de Europa. Por eso están esperando a tener preparados trozos mayores. Esto explica que el PSOE apoye el acercamiento de Navarra a País Vasco, el de Baleares y C. Valenciana a Cataluña…

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Dios sigue siendo español: un milagro que no cesa


Cría cuervos y te sacarán los votos. Lo que medita Pablo Iglesias es vox populi. Las mentiras, deslealtades y traiciones de sus aliados han dado al traste con la brillante estrategia que ideó y han arruinado una oportunidad real de consolidar a IU como formación de gobierno tras décadas de oposición. No es una circunstancia menor para la estabilidad institucional que el Psoe marxista de Zapatero y Sánchez le vuelva a cerrar el paso a IU 25 años después, cuando no tiene ningún escrúpulo para encamarse con los radicales de ERC, PSC o BILDU. De nada ha servido que Podemos le evitará al Partido Socialista Obrero Español correr la misma suerte que el PASOK tras la funesta gestión de Zapatero.

A los columnistas, analistas y demás comentaristas de la Cosa Pública les cuesta horrores no perder la perspectiva de lo está ocurriendo en España y en la UE. Desde el pequeño plus de credibilidad que le confiere a un humilde servidor ser el único periodista que ha vaticinado primero, explicado y descrito con precisión después, toda la secuencia acontecida durante el último lustro, me permito aventurar que el fundador y líder de Podemos es el único político en activo que ha leído correctamente la partida de ajedrez que se estaba jugando en el tablero nacional. Logró aprovechar el impulso e ilusionar a una generación entera, pero a su manera pecó de ingenuo. Y ha vuelto a pecar. No acaba de entender que Dios escribe recto con renglones torcidos.

Regreso de una breve estancia en Roma. El miércoles coincidí con el Presidente de la República francesa, Emmanuel Macron, y el jueves, con el Presidente de la República Federal de Frank Walter Steinmeier. El viernes, en la puerta de la Basílica de Sant Eustachio, me crucé con Santiago Abascal. Iba a reunirse con un Matteo Salvini que también viene de pecar de ingenuo. Los geniales outsiders de la política, que asaltan el Poder por sorpresa, rara vez gozan de una segunda oportunidad. No sé si hay precedente de que los Presidentes de Francia y Alemania se desplacen juntos a un país miembro para apuntalar la formación de un nuevo gobierno. Si sirve como baremo, a Mariano Rajoy lo dejaron a los pies de los caballos en el Golpe de Estado del 1-0.

Fraude de Ley

Tiene algo de sarcasmo y recochineo que a Pedro Sánchez, que es un títere y un Don Nadie en el concierto internacional, le haya mejorado S&P la calificación de la Deuda. Por mal que le salgan las cosas al PSOE el 10-N, seguirá presidiendo un gobierno en funciones hasta la primavera de 2020, mangoneando el Gasto Público con los Presupuestos prorrogados de Mariano Rajoy y Cristobal Montoro. Ahí es nada el fraude de ley, mientras El País y demás medios nos hablan de los riders empoderados de Glovo, de Greta La Verde y de Franco en su tumba. Pero aunque Pedro Sánchez no sea el Tsipras de Berlín y de los Fondos Buitre de Noruega, a Pablo Iglesias sí se le está quedando cara de Varoufakis.

Al margen de lo que ocurra en la trastienda de Correos el 10-N, fiesta de San Martín, tengo para mi que los asesores electorales del PSOE han cometido un tremendo error de cálculo. Los 5 o 10 diputados extra que pudieran lograr en el Congreso no compensa de ningún modo la pérdida de la mayoría absoluta en el Senado. Pero las teorías que he leído estas últimas semanas sobre el sentido que podía tener la repetición de la elecciones generales adolecen de rigor lógico. Es posible que los sobrevalorados asesores demoscópicos de Sánchez desconozcan el concepto de “desviación diabólica” que acuñé tras el 28-A, pero el sentido común es suficiente para entender que las tres derechas obtuvieron el peor reparto posible que permitía el sistema D’Hondt. En el 95% de los casos, sacan más escaños en conjunto.

Desde que predije la Moción de Censura, vengo sosteniendo que el PNV y el PSOE pactaron gobernar en funciones con los Presupuestos de Rajoy. Contaban con el apoyo de Ciudadanos para la siguiente legislatura, pero Pedro Sánchez faltó a la palabra dada. Albert Rivera no obtuvo todo el rédito electoral que habría sacado de adelantarse las elecciones en caliente, y empezó a sentir el aliento de Inés Arrimadas en el cogote. Fue suficiente para resistir las presiones internas del Lobby catalán y no facilitarle la Investidura.

El cálculo político que ha hecho Albert Rivera es correcto. Menos es más. Aunque pierda 1 millón de votos el 10 de noviembre y se deje 20 escaños en la gatera, tendrá más poder para negociar el precio de su abstención. Si los españoles no castigan al PSOE en exceso, es incluso probable que Ciudadanos pueda tener interés en formar parte del gobierno.

Desde aquí intuyo que el Tribunal Supremo va a querer demorar la Sentencia del Golpe de Estado del 1-0 hasta pasado el 10 de noviembre. Sea cual sea, antes o después, la ponencia del Juez Manuel Marchena va a provocar nuevas elecciones en Cataluña. El Lobby catalán, rescatado con el FROB de Zapatero y con el FLA de Montoro, pretende relanzar a Artur Mas. Para frenar a ERC en Barcelona, no ha dudado en sabotear el Pacto de Lledoners y forzar la repetición de las Elecciones Generales. Es una apuesta muy arriesgada, o más bien una obsesión, que aboca al país a una crisis constitucional bastante predecible.

La coleta de Pablo

Operación torero muerto. La mofa de los apparatchiks del PSOE es una obscenidad política. Acular al bicho en tablas para cortarle la coleta, dicen. En el mismo momento que Pablo Iglesias se giró hacia la bancada socialista para mentar a Felipe González, su acusación quedaba grabada en bronce. La venganza del PSOE ha sido apropiarse del discurso y programa de Podemos. Achique de espacio.

Franco volverá al Pardo 44 años años después de fallecer. La Sentencia del Tribunal Supremo , en su obscena unanimidad, es una enmienda a la Transición. Una victoria política para Pablo Iglesias. Si el Supremo valida implícitamente que el Pacto de la Transición fue ilegítimo, está socavando los pilares de la Constitución de 1978. ETA tenía razón, decía el líder de Podemos. Ahora también lo dicen el PSOE y el Tribunal Supremo.

Nadie parece interesado en recalcar lo más obvio. La misma sentencia que dinamita la legitimidad de la institución monárquica con carácter retroactivo es la que blanquea a un presidente de gobierno que no salió de las urnas y usurpó el papel de Jefe de la Oposición para saltarse el espíritu y la letra de la Constitución. Lo de menos es si trasladan los huesos de histórico Jefe de Estado al panteón familiar de El Pardo o hacen caldo de cocido con ellos.

El príncipe Juan Carlos de Borbón nació en Roma, y allí vivió sus primeros años. La impronta italiana en su personalidad es esa “finezza” tan sutil que resulta difícil de traducir. El español suena cínico a fuerza de ser pragmático, pero el italiano lo es por sobredosis de sabiduría. A los 100 años todos son calvos, si, pero el italiano aprecia que “Cuando finaliza el juego, el Rey y el Peón vuelven a la misma caja”. Es la misma distancia que va del pacto político de la Transición a la sutil venganza de Juan Carlos I. En contra de la voluntad del anterior Jefe del Estado, que deseaba reposar en El Pardo, lo mandó inhumar en la misma caja que los humildes soldados abandonados en los campos de batalla y en las fosas comunes.

La Sentencia del Tribunal Supremo es inmoral por cuanto adultera la Memoria Histórica y blanquea que el Ejército Republicano abandonaba a sus soldados movilizados allí donde caían muertos. Miles de campesinos alistados a la fuerza fueron enterrados sin identidad en improvisadas fosas comunes. El gobierno republicano nunca fue juzgado por contravenir sistemática y deliberadamente la Convención de Ginebra.

El verdadero sarcasmo de que Sánchez quiera identificar a los campesinos que dejaban tirados en las cunetas es que pretende malversar el Gasto Público para comprar votos y llenar el pesebre en beneficio de los mismos socialistas y nacionalistas que se aprovecharon 40 años del régimen franquista. La bochornosa unanimidad del Tribunal Supremo nos aboca a una Reforma de la Constitución sin consenso y nos adentra sin remedio por la senda del Totalitarismo Marxista.

Achique de espacio

Faltan 1000 horas para las Elecciones Generales. 1000 horas de propaganda en las teles y en las Redes Sociales. El 90% de ese tiempo lo van a dedicar a hablar de Pedro Sánchez. El 10% que sobre será para convencernos que somos afortunados por vivir en un país en el que impera la libertad de expresión. El premeditado achique de espacio en los medios de comunicación dejará desenfocado al PP y fuera del plano, a Podemos y a VOX.

La Sentencia por el Golpe de Estado del 1-0 no tendrá mayor impacto en la campaña electoral. Es una victoria póstuma para Mariano Rajoy que no va a cambiar nada. Ni siquiera va a servir para sacar de su actual apatía a los nacionalistas. El 155 ya no vende. Cosas de la Sociedad del Espectáculo: los seriales que nos tienen enganchados durante meses acaban por aburrimiento con un argumento chapucero. Es la fatiga de los materiales.
A Pedro Sánchez no le quedan conejos en la chistera para movilizar a sus simpatizantes. El 10-N se va a jugar en clave de abstención, siempre y cuando el PP de Casado consiga impedir el fraude del Voto por Correo y la manipulación del Censo Electoral.

El PSOE es el partido que cuenta con más margen de maniobra. Puede dejarse hasta 1 millón de votos para mantenerse en una horquilla de 110 a 120 escaños. Ciudadanos lo tiene mucho peor. El coste de la división interna y la factura de la abstención pueden pesar lo suyo. Del orden de los 25 escaños, por pocos votos que logre recuperar el PP.

La verdadera incógnita del 10-N es Podemos. Si se mantiene por encima de los 3 millones de votos y de los 30 escaños, Pablo Iglesias le habrá ganado el pulso a Sánchez. Impide que el Psoe pueda gobernar en minoría con la abstención de Ciudadanos y aleja el fantasma de una “grosse koalition”.

 

El 10-N:el barómetro de INLUCRO

 

  Escaños Escaños Escaños Votos
Partidos Estructurales Proporcionales Totales Totales
PSOE 55-60 55-60 110-120 6.500.000
PP 45-50 40-45 85-95 5.500.000
Podemos 05-10 20-25 25-35 3.200.000
Ciudadanos 05-10 20-25 25-35 2.800.000
VOX 01-05 15-20 16-25 2.200.000
ERC 05-06 09-10 14-16 1.000.000
PNV 04-05 02-03 06-08 400.000

 

(c)Belge

Sánchez nos lleva a nuevas elecciones


Vayan de antemano una confesión y una evidencia.

La confesión es que yo creí que Sánchez formaría gobierno con Podemos y nacionalistas, para evitar el riesgo que siempre suponen unas nuevas elecciones.

La evidencia es que las convoca porque ve que, con el poder que le proporcionan el disponer de las instituciones del Estado y el alineamiento a su favor de la mayoría de los medios de comunicación, ese riesgo parece ser mínimo. Es más, las encuestas le dicen que lo más probable es que mejore su posición.

 

Pasemos al análisis general.

La estrategia de Sánchez, la que le permitió llegar al liderazgo del PSOE con el apoyo de PSC, es la que sigue el PSOE en País Vasco y Cataluña desde hace ya décadas: avanzar hacia los mismos objetivos que los nacionalistas pero ofreciendo una cara más amable.
Algo así como hacer de poli bueno, dialogante, que siempre propone un punto intermedio entre las exigencias nacionalistas y la realidad actual. Un Estatuto que declare nación a Cataluña, la nación de naciones, continuar la transferencia de competencias… la clásica función del poli bueno de las películas, que busca lo mismo que el poli malo pero bajo la apariencia de un ofrecer un aparentemente conciliador mal menor.

El objetivo final, el mismo que el de Yugoslavia, Checoslovaquia o quizá pronto Reino Unido. Transformar España en un conjunto de pequeños países políticamente irrelevantes, parte de Europa pero sin capacidad de oponerse a los intereses de Francia o Alemania.

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Trocear España
https://politicadegaraje.blog/2019/03/27/troceando-espana/

Esta estrategia tiene hoy día dos líneas de acción fundamentales, aparte de los avances prácticos en competencias:

1- Lavado de imagen en las zonas con nacionalismo afianzado. Se trata de dar aceptación social y apariencia de normalidad a Bildu, que viene del terrorismo, y a ERC, que viene de un intento de golpe de estado. Ambos delitos extremadamente graves que se intentan tapar con unos distorsionados “peor fue Franco” o “peor es Vox”.

2- Extensión del nacionalismo a otros territorios: Navarra, Comunidad Valenciana, Baleares… ¡incluso van sembrando la semilla en Asturias!

Esto permite entender fácilmente por qué ni PP ni Cs podían apoyar a Sánchez. Ni Sánchez aceptar las condiciones de último momento de Cs:

  • PP y Cs no pueden apoyar dar estabilidad a quien está desplegando una estrategia que busca desestabilizar España y avanzar hacia la desmembración. No es que se tema que lo haga, es que ya lo está haciendo.

  • Sánchez no puede aceptar unas condiciones opuestas a sus dos objetivos principales y que le enfrentarían a sus aliados. Condiciones que impiden la extensión del nacionalismo a Navarra y el lavado de imagen de ERC (indultos…)

Solo quedaría analizar por qué tampoco ha querido formar gobierno con Podemos y nacionalistas.

Creo que para entenderlo hay que recordar el gobierno tripartito en Cataluña. Una etapa convulsa en la que el PSC era manejado por sus socios como un muñeco de trapo. Imagino que Sánchez es consciente de que ese es el punto débil de su estrategia. Que le fuercen a ir más rápido y menos discretamente de lo que el PSOE ve viable. E intenta reforzarse lo máximo posible. Buscando que, al menos, su gobierno solo dependa directamente de los escaños de unos, Podemos o los nacionalistas. No de ambos a la vez como ahora.

 

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P.S.1 (22 sep 2019) Un artículo de Ferdinando Giugliano en Bloomberg Opinion me ha resuelto la duda inicial. La de por qué Sánchez no ha seguido el camino obvio, el de la presidencia de la mano de Podemos y secesionistas, y ha preferido asumir el riesgo de unas nuevas elecciones.

“In Europe, France has looked at Spain as a potential partner to reform the bloc, but this cooperation will be harder to sustain in the absence of a solid government.” (https://www.bloomberg.com/opinion/articles/2019-09-19/spain-needs-to-learn-the-art-of-compromise-after-the-election)

Esto lo explica perfectamente: Macron necesita que su hombre en España tenga más poder. Está en juego la formación de Europa, la lucha por el control, por quién manda en Europa. (El eje franco-alemán, por sus frutos los conoceréis
https://politicadegaraje.blog/2019/04/13/el-eje-franco-aleman-por-sus-frutos-los-conocereis/)

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¿Qué pasará el 23 de septiembre?


Se acaba el verano. Desde que Pablo Iglesias armó la Moción de Censura del 1 de junio de 2018, la Democracia en España sigue en funciones. 3 fueron sus solemnes promesas al PNV, a CS y a ERC.  A Albert Rivera y al lobby catalanista que lo patrocina desde 2006, les ofreció la convocatoria inmediata de elecciones. Al PNV y a la burguesía vasca, les juró que no tocarían los Presupuestos Generales del Estado recién aprobados de Mariano Rajoy. A sus socios de ERC, les vendió el indulto a Oriol Junqueras.

El Pacto de Sangre que firmó Podemos con los nacionalistas para descabalgar a Rajoy incluía a Pedro Sánchez y a esa facción socialista que le ayudó a manipular las Primarias en Cataluña y Valencia. Sin el concurso de Pablo Iglesias y de todos esos antiguos militantes que pusieron al día sus cuentas en el PSOE para poder contrarrestar la ventaja de Susana Díaz, jamás habría regresado de su destierro.

Pero la falta de lealtad del actual Secretario General del Partido Socialista Obrero Española es proverbial. Por más que se prodiguen las chicas de Sánchez en televisiones y periódicos, con aspavientos retóricos y mamadas, Pablo Iglesias empieza a meditar que Maquiavelo tenía razón. El destino de aquellos que ayudan a otro a alcanzar el poder es causar su propia ruina. Detrás del rechazo al gobierno de coalición se oculta la negativa del Psoe a cumplir la palabra dada a Junqueras.

Para Pablo Iglesias, firmar un cheque en blanco sería tanto como firmar su propia ejecución política al amanecer. Y la de su esposa. El lobby catalán y germano, que también patrocina al PSOE, le ha prometido pasta gansa si avala la investidura de Pedro Sánchez, pero de sobra sabe que Roma nunca paga a los traidores. Es un testigo incómodo: sabe demasiadas cosas y es adicto a los focos de televisión.

La estrategia del Psoe pasa por escenificar que negocia con Iglesias para que corran baldíos los plazos. Felipe VI no puede iniciar su ronda de consultas antes del lunes 16 de septiembre y se ha quedado sin margen de maniobra para explorar una candidatura alternativa, tal y como exige el Artículo 99. De ese modo, Pedro Sánchez no sólo está usurpando la función de mediación política que la Constitución reserva al Rey sino que se salta el trámite parlamentario para dejar fuera de juego a Unida Podemos. Si Pablo Iglesias rechaza convertirse en objeto sexual, será satanizado a conciencia, culpable de frustrar el Progreso y de agraviar a los más pobres.

Resulta obsceno que, en pleno siglo XXI, un político de escasa legitimidad opte a presidir una nación tan vieja como España de prestado, sin Presupuestos Generales y sin dar a conocer un programa de gobierno real. Se llama Dictadura. Nadie lo habría creído posible hace tan solo 4 años, pero tampoco pensaron que un patán al frente del Partido Socialista Obrero Alemán pudiera poner en jaque a toda Europa. En política ocurren las cosas que dejan que ocurran: las explicaciones y los análisis siempre llegan a título póstumo.

Dicho esto, me arriesgo a afirmar que Pablo Iglesias tiene sólidas bazas para evitar la repetición de las elecciones. La entrada de Podemos en el Gobierno, en representación de ERC, es la mejor garantía de que Pedro Sánchez cumpla lo pactado. En realidad, no hay otra: El Psoe está varado, a la espera de conocer el alcance de la sentencia del Tribunal Supremo, e interpreta el fracaso de la Investidura de un modo tan cínico como pragmático. En el peor de los casos, el PSOE analiza que estaría en las mismas circunstancias políticas, pero despejada la incógnita judicial. En el mejor, Podemos saldría debilitado de las urnas y Sánchez, reforzado.

Más allá de lo razonable y evidente, a Pablo Iglesias le quedan solo dos semanas de tiempo para entender que el Psoe le está haciendo la cama y mover sus fichas en el tablero. Albert Rivera se ha convertido, de facto, en un improvisado aliado. A ninguno de los dos les conviene arriesgar su posición personal en una nueva contienda electoral, pero tampoco pueden suicidarse facilitando la investidura de Sánchez. La solución sería, en este caso, que Rivera pida al Rey dar un paso al frente y que Podemos se las ingenie para “abstenerse” de votar. Sería algo así como una Moción de Censura de la Moción del 1 de junio, en términos muy parecidos. Los Presupuestos “sociales” de Rajoy, una nueva convocatoria de elecciones pasado un tiempo, y una salida “honorable” para Oriol Junqueras.

© Belge