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La estafa fotovoltaica que colapsó la Red Eléctrica


El balance de la gran estafa fotovoltaica organizada por el PSOE de Zapatero es espectacular y nada tiene que envidiar al timo de las hipotecas subprime que se llevó por delante a todo el sistema financiero de EEUU. Los fríos números no dejan lugar a duda y han conducido a las grandes eléctricas a tomar una decisión extravagante: cerrar todas las centrales eléctricas que producían electricidad casi a coste 0.

Los créditos iniciales, concedidos por los políticos empotrados en las Cajas de Ahorro, también contribuyeron a quebrar el sistema financiero en 2008/2009, endosando la factura a los contribuyentes y consumidores, en forma de pérdidas, impuestos y Deuda Pública.

Precio pagado a los inversores.

En España, el precio pagado por la producción solar (principalmente fotovoltaica) ha variado según las normativas, especialmente por los incentivos de tarifa regulada (feed-in tariffs) y primas establecidas en Reales Decretos. A continuación, un resumen de los precios máximos por periodos:

2006–2007 (RD 661/2007 y anteriores): Tarifa alta para fomentar la solar, 440 €/MWh para instalaciones pequeñas (<100 kW), algo menos para grandes (230–350 €/MWh).

2008–2010 (RD 1578/2008): Reducción de tarifas para nuevas plantas (320–340 €/MWh). Las antiguas mantenían tarifas altas (440 €/MWh).

2011–2013 (RD 1565/2010, RDL 14/2010): Recortes retroactivos (~30%) y límites de horas subvencionadas. Precio medio para plantas antiguas ~300–350 €/MWh. Nuevas instalaciones casi nulas.

2014–2020 (RD 413/2014): Sistema de “rentabilidad razonable” (mercado + retorno regulado, 7,5%). Precio efectivo ~80–150 €/MWh. Nuevas plantas más baratas (30–50 €/MWh en 2020).

2021–2025: Plantas antiguas 100–150 €/MWh; nuevas a precios de mercado o subastas (20–60 €/MWh). En 2025, precios de mercado algo más altos (~53 €/MWh promedio).

El importe máximo que ha costado producir la energía solar en España entre 2006 y 2025, considerando los precios más altos pagados a los inversores y la producción total, es aproximadamente 37.878 millones de euros. Ese el coste que las eléctricas le han repercutido a los consumidores en su recibo.
Pero ahora viene lo mejor. El verdadero coste es el importe dinero prestado, ese pufo contable escondido en los balances que lleva a tomar decisiones que comprometen la estabilidad de la Red y originan el Gran Apagón.

Para calcular el volumen total de préstamos otorgados por las Cajas de Ahorro entre 2006 y 2009 para montar plantas fotovoltaicas en España, partimos de la premisa de que toda la inversión en instalaciones solares durante este periodo se financió con créditos al 110% del coste de las plantas, incluyendo factores como corrupción inicial y recalificación de suelo agrario. Usaremos los datos de producción y capacidad instalada ya estimados en la respuesta anterior, junto con información sobre los costes de instalación de plantas fotovoltaicas en ese periodo, para estimar el volumen de inversión y, por ende, los préstamos.

Contexto y suposiciones

Periodo (2006–2009): Nos centramos en las instalaciones fotovoltaicas construidas entre 2006 y 2009, cuando España vivió un boom solar impulsado por las generosas tarifas reguladas del RD 661/2007 y anteriores.

Créditos al 110%: Asumimos que los préstamos cubrieron el 100% del coste de inversión (CAPEX) más un 10% adicional, que podría reflejar sobrecostes por corrupción, recalificación de terrenos agrarios, comisiones u otros factores especulativos.

Cajas de Ahorro: Durante este periodo, las Cajas de Ahorro españolas financiaron ampliamente proyectos de energías renovables, a menudo con criterios laxos, contribuyendo a la burbuja inmobiliaria y energética.

Coste de instalación: Los costes de las plantas fotovoltaicas en 2006–2009 eran elevados debido a la tecnología incipiente y la alta demanda de paneles. Estimamos los costes por kW instalado basándonos en datos históricos.

Capacidad instalada (2006–2009)

Basándonos en los datos de la respuesta anterior, estimamos la capacidad fotovoltaica instalada en España cada año:
2006: Capacidad inicial ~150 MW.

2007: Crecimiento a ~700 MW (incremento de ~550 MW).

2008: Boom por RD 661/2007, capacidad total 3.408 MW (incremento de ~2.708 MW).

2009: Capacidad ~3.500 MW (incremento de ~92 MW, ya que el RD 1578/2008 y la crisis frenaron nuevas instalaciones).

Capacidad instalada total (2006–2009):

2006: 150 MW (asumimos que toda esta capacidad es nueva o refinanciada en el periodo).

2007: 550 MW.

2008: 2.708 MW.

2009: 92 MW.

Total: 150 + 550 + 2.708 + 92 = 3.500 MW (3.500.000 kW).

Esta capacidad representa prácticamente toda la potencia fotovoltaica instalada en España hasta 2009, ya que el sector era incipiente antes de 2006.

Coste de instalación por kW

Los costes de instalación de plantas fotovoltaicas en 2006–2009 variaban según el tipo de instalación (tejado o suelo) y el tamaño, pero eran significativamente más altos que hoy debido a los precios de los paneles y la falta de economías de escala. Según fuentes históricas:
2006–2007: Coste promedio ~6.000–8.000 €/kW. Las plantas pequeñas (tejados) podían llegar a 8.000 €/kW, mientras que las grandes (suelo) estaban en ~6.500 €/kW.

2008: Pico de demanda de paneles, costes ~7.000–9.000 €/kW, con un promedio de ~8.000 €/kW debido a la especulación y la urgencia por instalar antes de los cambios regulatorios (RD 1578/2008).

2009: Costes comenzaron a bajar (~6.000–7.000 €/kW) por la caída de precios de los paneles y menor demanda tras el cambio normativo.

Para el cálculo del coste máximo, usaremos un coste promedio ponderado que refleje el boom de 2008 (mayor volumen de instalación) y los sobrecostes asociados a corrupción y recalificación de terrenos. Suponemos:

Coste base promedio: 7.500 €/kW, que incluye instalación, paneles, inversores, permisos y costes asociados a terrenos (incluyendo posibles sobrecostes por recalificación agraria).

Rango de sensibilidad: Podría variar entre 6.500 €/kW (escenario conservador) y 8.500 €/kW (escenario con mayores sobrecostes).

Cálculo del volumen de inversión

Multiplicamos la capacidad instalada por el coste promedio por kW para obtener la inversión total:
Capacidad total: 3.500 MW = 3.500.000 kW.

Coste promedio: 7.500 €/kW.

Inversión total = 3.500.000 kW × 7.500 €/kW = 26.250.000.000 € (26.250 millones de euros).

Cálculo del volumen de préstamos (110% de la inversión)

Asumiendo que las Cajas de Ahorro financiaron el 110% de la inversión (100% del coste + 10% por corrupción, comisiones, recalificación, etc.):
Volumen de préstamos = Inversión total × 1,10 = 26.250.000.000 € × 1,10 = 28.875.000.000 € (28.875 millones de euros).

Debido a la quiebra fraudulenta de las cajas de ahorro para hacer desaparecer el dinero que un ejercito de políticos malversó, ese dinero se traduce en impuestos y Deuda Pública. Equivale a un coste anual perpetuo de 1000 millones de euros (100 euros por familia).

El mismo cálculo para el conjunto del período (2006-2025) arroja las siguientes cifras:

Contexto y suposiciones

Periodo (2006–2025): Cubrimos todas las instalaciones fotovoltaicas construidas desde 2006 hasta 2025, incluyendo el boom inicial (2006–2008), el estancamiento (2011–2016) y el segundo auge (2019–2025).

Créditos al 110%: Los préstamos cubren el 100% del coste de inversión (CAPEX) más un 10% adicional por sobrecostes (corrupción, recalificación de terrenos, comisiones, etc.), aunque estos sobrecostes probablemente fueron más relevantes en 2006–2009.

Financiación: Aunque la pregunta original mencionaba Cajas de Ahorro (relevantes en 2006–2009), para 2006–2025 asumimos que los préstamos provienen de cualquier entidad financiera (bancos, fondos, etc.), ya que las Cajas perdieron protagonismo tras la crisis de 2011–2012.

Coste de instalación: Los costes por kW instalado disminuyeron drásticamente de 2006 a 2025 debido a mejoras tecnológicas y economías de escala. Estimaremos costes específicos por subperiodos.

Capacidad instalada: Usamos los datos de capacidad de la respuesta anterior, proyectando 2025, para calcular la inversión total.

Capacidad instalada (2006–2025)

Basándonos en los datos previos, estimamos la capacidad fotovoltaica instalada cada año (en MW). Sumamos solo la nueva capacidad instalada cada año para calcular la inversión:

2006: 150 MW (capacidad inicial, asumimos toda nueva o refinanciada).

2007: 700 MW total, incremento ~550 MW.

2008: 3.408 MW total, incremento ~2.708 MW.

2009: 3.500 MW total, incremento ~92 MW.

2010: 3.900 MW total, incremento ~400 MW.

2011–2013: 4.500 MW total, incremento ~600 MW en 3 años (200 MW/año).

2014–2016: 4.700 MW total, incremento ~200 MW en 3 años (67 MW/año).

2017: ~4.800 MW total, incremento ~100 MW.

2018: ~5.000 MW total, incremento ~200 MW.

2019: 8.913 MW total, incremento ~3.913 MW.

2020: 11.000 MW total, incremento ~2.087 MW.

2021: 15.900 MW total, incremento ~4.900 MW.

2022: 19.500 MW total, incremento ~3.600 MW.

2023: 25.549 MW total, incremento ~6.049 MW.

2024: 32.350 MW total, incremento ~6.801 MW.

2025 (estimado): ~36.000 MW total, incremento ~3.650 MW (asumiendo crecimiento de ~4 GW, ajustado a tendencias).

Capacidad instalada total (2006–2025):

150 + 550 + 2.708 + 92 + 400 + (200 × 3) + (67 × 3) + 100 + 200 + 3.913 + 2.087 + 4.900 + 3.600 + 6.049 + 6.801 + 3.650 = 35.950 MW (35.950.000 kW).

Coste de instalación por kW

Los costes de instalación fotovoltaica han caído significativamente en 20 años. Dividimos el periodo en subperiodos para reflejar esta evolución, basándonos en datos históricos y tendencias:
2006–2009 (boom inicial): Coste ~6.000–9.000 €/kW, promedio ~7.500 €/kW, incluyendo sobrecostes por especulación y recalificación de terrenos.

2010–2013 (crisis y moratorium): Costes ~4.000–6.000 €/kW, promedio ~5.000 €/kW, debido a la caída de precios de paneles, aunque con menos instalaciones.

2014–2016 (estancamiento): Costes ~3.000–4.500 €/kW, promedio ~3.750 €/kW, con mejoras tecnológicas pero poca actividad.

2017–2020 (recuperación): Costes ~1.500–3.000 €/kW, promedio ~2.250 €/kW, impulsado por la competitividad global.

2021–2025 (segundo auge): Costes ~800–1.500 €/kW, promedio ~1.150 €/kW, reflejando sistemas utility-scale y economías de escala.

Cálculo del volumen de inversión

Multiplicamos la capacidad instalada cada año por el coste por kW correspondiente:

1.125.000.000 + 4.125.000.000 + 20.310.000.000 + 690.000.000 + 2.000.000.000 + (1.000.000.000 × 3) + (251.250.000 × 3) + 225.000.000 + 450.000.000 + 8.804.250.000 + 4.695.750.000 + 5.635.000.000 + 4.140.000.000 + 6.956.350.000 + 7.821.150.000 + 4.197.500.000 = 75.972.250.000 € (75.972 millones de euros).
Paso 5: Cálculo del volumen de préstamos (110% de la inversión)
Asumiendo que los préstamos financiaron el 110% de la inversión (100% del coste + 10% por sobrecostes):
Volumen de préstamos = Inversión total × 1,10 = 75.972.250.000 € × 1,10 = 83.569.475.000 € (83.569 millones de euros).

Conclusión

El volumen total de préstamos para montar plantas fotovoltaicas en España entre 2006 y 2025, asumiendo que financiaron el 110% de la inversión (incluyendo sobrecostes por corrupción, recalificación de suelo, etc.), asciende a aproximadamente 83.569 millones de euros.
Rango estimado: Entre 69.448 millones de euros (costes conservadores) y 97.691 millones de euros (costes altos).

Base de cálculo: 35.950 MW instalados a costes promedio decrecientes (7.500 €/kW en 2006–2009 a 1.150 €/kW en 2021–2025), con un 10% adicional por sobrecostes.

Desde 2020, cada familia paga, de media, vía recibo e impuestos, un sobrecoste fotovoltaico de 500 euros/año.

1986 – 2022: Balance de una era de progreso puritano


En el año 2000, Juan Velardes Fuertes coordinó y publicó “Historia de un esfuerzo colectivo: Cómo España superó el pesimismo y la pobreza”. Es un trabajo excepcional que describe el momento de euforia económica y social que vivían los españoles a punto de entrar a formar parte de la Unión Monetaria. 20 años después, las cosas han cambiado. Los hechos son tozudos y no necesitan adornos retóricos. Son como esos golpes contínuos que lanzan los boxeadores al contrincante, un asalto tras otro, hasta que baja la guardia. La realidad desgasta la memoria. Gracias a todas esas estadísticas, hoy podemos valorar la marcada involución que padecemos.

Desde que el Reino de España se preparaba para entrar a formar parte de la CEE, con 30 años de retraso, su población residente ha crecido un 25% pero la mortalidad se ha disparado un 66%. Asimismo, la natalidad se ha desplomado casi un 40%. La renta media anual, calculada en euros, son 14 pagas mensuales de 500 euros brutos, que dan para vivir, pagar impuestos y ahorrar algo de dinero. Llenar un depósito de 50 litros de gasóleo costaba 3000 pesetas (18 euros). Resolviendo una ecuación básica, 7000 euros de 1986 equivalen a 42000 euros actuales.

El Presupuesto de la Seguridad Social asciende a 4 billones de pesetas (24.000 millones de euros) y la Deuda Pública, a 1,089 billón de pesetas (6600 millones de euros): da idea de la magnitud exacta de un monto consolidado de 12.241.769.661.000 pesetas del Presupuesto General del Estado. La educación pesaba poco más del 4% y el Plan General de Carretera contemplaba una inversión plurianual de 800.000 millones de pesetas para incrementar en 5700 km la Red de Autopistas y Autovías. El mapa de carreteras lo componían entonces 155.000 km asfaltados, pero – paradójicamente – la Red de vías convencionales se ha reducido en más de 3000 km en los últimos 36 años.

En 1985, la Inflación Oficial medida con los criterios del INE era el 8,8%. No volvió a superar ese registro hasta 2022. Había 3 millones de parados en el INEM y la temporalidad era inferior al 18%. El sueldo de un funcionario del grupo A, sin trienios, era de 1.225.000 pesetas al año. El de los grupos D y E, aproximadamente, la mitad. El personal al servicio de las Administraciones Públicas ascendía oficialmente a 1.526.026 personas.

La extraña relación que se observa entre el incremento del número de funcionarios y de empleados públicos al servicio de las Administraciones y el mayor número de parados registrados tiene una explicación sencilla: los cursos de formación.

 

Presupuestos Generales Asignación 1985 (Euros) Asignación 2019  (Euros)
Justicia 510.199.860 1.780.744.410
Defensa 3.644.168.776 8.400.561.540
Seguridad Social 26.121.115.460 17.296.740.170
Sanidad 6.465.025.874 4.253.251.860
Educación 3.136.166.679 2.581.904.730
Agricultura 2.174.720.608 7.500.180.830
Industria 916.725.193 5.768.827.920
Transferencias a CCAA 6.226.980.888 49.510.401.920
Deuda Pública 6.545.079.093 31.547.483.770
Total 73.574.517.450 368.369.027.860

A finales de 1985 la Deuda Pública de las Administraciones superó, por primera vez, el listón de los 10 billones de pesetas (6.010 millones de euros). 36 años después, ascendía oficialmente a 1.427.235 millones de euros (237.471.922.737.000 pesetas). Representa una inflación anual equivalente al 16,36%.En ese mismo periodo de tiempo, la Deuda de las Familias (Consumo, Pasivos Comerciales e Hipoteca) se ha multiplicado por 10, hasta alcanzar los 720.000 millones de euros.

La gran transformación que nos prometían los iluminados puritanos ha resultado ser exclusivamente ideológica y religiosa. España no ha mejorado ningún registro previo, ya fuera económico, empresarial o financiero. Las familias españolas ganan menos dinero, tienen menos poder adquisitivo y, en general, son más pobres. Están más endeudadas y tienen menos hijos que en 1985.

La moraleja es tan triste como evidente: Tras 50 años de “progreso” puritano, España ha dejado de ser una nación temida, sino respetada, para devenir el hazmerreír político y económico de Europa.

© Belge

¿Qué es la Inflación Estructural en España?


De paseo por Ávila, hace años, me encontré con un grupo de turistas israelíes a los que guiaba un joven cura franciscano. Frente a las escaleras de la Iglesia de San Juan les estaba explicando el significado de la expresión “Cristiano Viejo”.  L es contaba que el ser humano se adapta a todos los cambios, por ventura de las crisis, guerras e invasiones, pero se resiste a cambiar de hábitos culinarios. Para hacer gala de su condición “cristiana”, se “mataba el cerdo” en la puerta de casa y se invitaba a amigos y vecinos.

Nada es más difícil de cambiar que la composición de la cesta de la compra. Por rutina o hábito social, las familias españolas se gastan el dinero comprando las mismas cosas en los mismos sitios. Es algo que se puede verificar de forma sencilla anotando a diario todos los gastos en un libro mayor. Al cabo de 5 o 10 años, nos resultará asombroso constatar lo poco que varía la “cesta” de la compra y lo mucho que suben los precios.

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¿Es la de Ucrania la primera guerra provocada por el BITCOIN?


A la fuerza ahorcan. Tardé años en empezar a entender lo que significa Destino. Aunque sea el concepto nuclear de la cultura greco latina y la piedra angular de la civilización católica, es un voladizo en los planes de estudio influidos por el marxismo. Destino, es diana, aunque en esta ocasión me aleje de la etimología para centrarme en lo que siempre parece casualidad. Pero si no crees en la casualidad, nada puede ser accidental ni caótico.

Mi primo S. es ingeniero y se dedica a comercializar plantas fotovoltáicas. Lo poco que sé de energías renovables se lo debo a una conversación que mantuve con él a finales del año 2005. Me animaba a invertir en el sector, con la promesa de una rentabilidad garantizada de dos dígitos. Mi principal objeción es que se trataba de la enésima versión del tocomocho y que no existía seguridad jurídica en España. No había tal demanda de energía que pudiera justificar una prima de 532 euros por MegaVatio/hora. Me contestó que la previsión era que el precio de la luz alcanzara ese nivel en 17 años, el periodo de amortización teórico de las placas fotovoltáicas. Me quedé con esos datos.

Al final, el tiempo nos ha dado la razón a los dos. Incluso con los impuestos y el recorte retroactivo aplicado a las primas, el inversor que no se endeudó en exceso para entrar en el subvencionado sector de la energía solar ha hecho un buen negocio. Moralmente, ha ganado dinero a costa de encarecer el recibo de la luz al conjunto de los clientes y de arruinar la solvencia del sistema financiero. Con el desplome de la demanda de energía en España, la energía solar ha sido usada para bombear agua en los pantanos, causándole un enorme déficit estructural a las eléctricas.

¿Es casualidad que el precio de la luz haya superado los 500 euros por MegaVatio justo 17 años después de aquellos planes de comercialización patrocinados por los países del Norte? ¿Es casualidad que lo haya hecho de un modo tan artificial como esperpéntico? No lo creo. Sencillamente, es imposible. Ni vetando el carbón, ni echando el cierre a las centrales nucleares, han logrado compensar el parón del sector constructor y el colapso del turismo en España. Para justificar los más de 6.000 millones de euros anuales en subvenciones a fondo perdido durante 17 años, han necesitado – literalmente – una guerra. La guerra de Troya.

Cuando la Crisis Subprime amenazó con derrumbar el sistema financiero americano, surgió el BITCOIN como por arte de magia. El origen real de la primera criptomoneda de la Historia es oscuro, pero la lógica apunta a que fue ideada muchos años antes, una suerte patrón oro ideal. Respaldar la masa monetaria con algo de valor es una entelequia tan antigua como el empeño por acuñar falsa moneda. Sólo se trata de ganar tiempo.

Las criptomonedas aspiran a convertirse en un medio de pago avalado por el control de la producción de energía. Es un sistema perverso que desplaza y anula el factor trabajo. La capacidad productiva del ser humano deja de ser la unidad de valor teórica que vertebra la comunidad, sustituida por el CONTROL SOCIAL de los individuos. MATRIX.

La guerra de Ucrania es, quizás, el primer conflicto militar provocado por una criptomoneda. Días antes de intervenir en el este del país, el Banco de Rusia había prohibido a los Fondos de Inversión destinar capital al BITCOIN, siguiendo la estela de países como China. Lo que está en juego no es la tutela de un medio de pago, sino la capacidad soberana de controlar la producción de energía y el acceso al sistema eléctrico. El CONTROL SOCIAL de los individuos pasa por la CAPACIDAD para desconectarlos de la red eléctrica. El poder de marginación corre paralelo al incremento de la demanda de energía para producir valiosas criptomonedas. Ese PATRÓN ENERGÍA que nace como un inocente juego para respaldar de valor un medio de pago amenaza con erradicar cualquier atisbo de soberanía, arruinando haciendas e industrias nacionales. No es ninguna casualidad que el precio del kilovatio y de los carburantes se hayan disparado en toda Europa, obligando a cerrar fábricas y negocios. Es consecuencia directa del incentivo financiero a la producción de criptomonedas.

A mayor precio, mayor consumo eléctrico ineficiente e improductivo. En países en los que llueve poco, es suficiente con padecer un gobierno bananero o una plaga ecologista, para comprobar cómo se desboca el recibo de la luz. El caprichoso cierre de centrales nucleares y térmicas de carbón, por presión de Alemania, es un verdadero atentado contra la soberanía energética del pueblo español.

© Belge

P.D Por su interés: https://www.rts.ch/info/economie/12578147-plongee-inedite-dans-les-mines-geantes-du-bitcoin-au-kazakhstan.html