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Dios es español y un poquito castellano


La osadía de los medios de comunicación es asombrosa.  Recuerda cada vez mas la pauta de cinismo tan característica de la política.  De madrugada, tras el escrutinio de los votos, Ningún periodista, analista ni comentarista político pidió disculpas por haber intentado manipular a la Opinión Pública con encuestas y argumentos adulterados.  Lo dice todo la imagen de un mal perdedor como Albert Rivera quejándose de una Ley Electoral. Su “Rajoy ha terminado primero” pasará a la pequeña historia de los grandes momentos electorales, aunque es dudoso que los periodistas que comen de la mano de los financieros catalanistas lo lleguen a recalcar.  El Partido Presidencialista del catalanista y ventajista Albert Rivera se ha beneficiado mucho de la concentración del voto en Madrid y Barcelona.  Con los mismos resultados y sin ganar en ningún sitio, la vieja Izquierda Unida – que si era una fuerza política nacional – no habría pasado de 15 o 16 escaños.   Albert Rivera es el mayor icono de la vieja y corrupta política de los años 20 y 30.

El Brexit deshizo finalmente el previsible empate en la izquierda del lado del PSOE, pero en esencia el resultado es el mismo.  El Tripartit pierde 13 escaños y el PP de Rajoy gana 14, a pesar de la estrategia electoral impulsada desde Barcelona.  A todos los efectos, el resultado conseguido por el Centro Derecha es lo más parecido a una holgada mayoría absoluta. Hace tan solo 4 años, con estos mismos datos, el PP o el Psoe  habrían superado los 200 escaños.

La mayor victoria de Mariano Rajoy es política y no personal. Ha conseguido salvar la Unidad del Centro Derecha en un momento en que España necesitaba mantener su estructura.  Ha derrotado la Hoja de Ruta catalanista, aunque los comentaristas de turno tarden meses en empezar a entenderlo. La batalla que se ganó ayer en nuestro país ya es épica. Como diría Churchill, nunca tantos españoles de futuras generaciones deberán tanto a tan pocos.

Dios le sonríe a la buena gente. Y de nuevo flota en el aire la sensación de que se hubiera producido un auténtico milagro en la Historia de España. En este caso con toque británico y castellano.  Es en esa Castilla de Miguel Delibes, que puede reclamar con honor la herencia de Roma, donde el PP logró la fuerza y la fe para resistir y echar a andar un nuevo camino.

La victoria personal de Mariano Rajoy – sin duda uno de los políticos más honestos e íntegros de la Historia de España – es que ha barrido a los  halcones y quintacolumnistas que jugaban  a dividir fuerzas.  En las próximas elecciones a las que concurra, el Partido Popular habrá recuperado con creces los 10 millones de votantes y superado el 40% de los votos.

El Ibex 35 debería recoger en los próximos meses los beneficios de la estabilidad política y de la recuperación económica. En pocos meses estará cotizando por encima de los 12.000 puntos y encarando una nueva tendencia hacia máximos históricos tras haber vislumbrar el abismo. Es una magnífica oportunidad para ir haciendo cartera, poco a poco.

Tendencias del Dow Jones entre 1898 y 2017

Periodo Niveles Duración Tendencia Circunstancias
1898-1925 60-125 27 años 2,7% I GM
1921-1929 80-280 8 años 15% Monetarismo
Proteccionismo
1929-1956 280-600 27 años 2,7% II GM
1956-1973 600-1200 17 años 4,1% Guerra fría
1973-1987 1200-2500 15 años 4,7% Crisis energética
Deflación
1987-1995 2500-5000 8 años 9% Guerra Golfo
Monetarismo
1996-2000 5000-10000 4 años 20% Expansión de balances
Monetarismo
2002-2006 7500-15000 5 años 15% Basilea (NIC)
Guerra Iraq
Monetarismo
2009-2017 7500-20000 8 años 13% Guerras Libia y Siria
Monetarismo
Bancarrota Financiera
QE

2000-2017 10000-20000 17 años 4,1% Tipos 0
Unión Monetaria
Deflación
1898-1956 60-600 58 años 4,1% Primera mitad XX
1956-2001 600-12000 46 años 6,8% Segunda mitad XX
1898-1991 60-3000 93 años 4,3% Colapso URSS
1988-2017 2000-20000 30 años 8% Monetarismo
Deflación
Guerras Sucias
Terrorismo
1898-1929 60-300 30 años 5,5%
1898-1972 60 – 1000 74 años 4% Convertibilidad
1973-2017 1000-20000 44 años 7% Fin de la Convertibilidad

 

(c) Belge

 

Resumen: ¿Qué es el BREXIT y qué pasará?


Para entender el contexto en que se produce el BREXIT y las consecuencias del referéndum,  tenemos que recordar algunas ideas básicas.

El Proyecto de Construcción Europea, impulsado por EEUU con la colaboración de Francia y Reino Unido, es un remedio a la enfermedad del proteccionismo comercial que aquejaba a Europa en los siglos XIX y XX como consecuencia del creciente poder económico y político de Alemania.  La idea es obligar a todos los pueblos a comerciar unos con otros. El beneficio mutuo reforzaría los lazos de solidaridad entre naciones rivales.  Es una feliz idea que vino a fecundar la filosofía de la PAC promovida por Francia.  Para que exista paz en el Continente, tiene que existir un equilibrio básico entre los intereses del mundo rural (básicamente católico) y los del mundo urbano (básicamente protestante).

En 1990, la caída del Muro de Berlín y la Reunificación de las dos Alemania obligan a refundar la CEE. Alemania consigue reducir el peso de la PAC e impulsar la creación de la Unión Monetaria. Es un giro de 180 grados en la filosofía del Proyecto Europeo que tardará más de 10 años en dejar sentir sus efectos.

La estafa del Euro, explicada a un niño de 6 años

La estafa del euro, explicada a una niña de 8 años

Reunificación Alemana: el origen de la Estafa del Euro

Con la crisis financiera provocada o agravada por la política monetarista del Euro Fuerte del BCE de Jean Claude Trichet, aparecen las primeras grietas entre el Norte y el Sur, y los acreedores empiezan a señalar a los PIGS con el dedo.

En 2009, Alemania se niega a crear los eurobonos (emisiones de deuda mancomunadas) para atajar las consecuencias de la crisis financiera en Grecia. Al contrario, aprovechan las circunstancias para intervenir moral y políticamente en el Sur.

A partir de ahí unos enlaces

La crisis de Grecia (2)

La crisis de Grecia (3)

La suspensión del Espacio Schengen

Brexit: hacia el IV Reich alemán

¿Quién teme al BREXIT feroz?

 

¿Quién teme al BREXIT feroz?


Cuando el diablo se aburre, con el rabo mata moscas. El referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea es la continuación de la política exterior que sigue Londres desde 1992.  En octubre de 1990, y en contra del deseo expreso de Margaret Tatcher, la Libra se había integrado en el embrión de la Unión Monetaria que era la Serpiente Monetaria a un cambio de 3 marcos alemanes por libra, el mismo tipo de cambio al que fluctúa de facto desde hace años la Libra esterlina.  Pero con la crisis de 1992, y el fuerte incremento del paro, los partidarios de mantener la soberanía monetaria del Banco de Inglaterra  se debieron sentir fuerte e idearon una feliz estratagema con la ayuda de EEUU.  Bloquearon la negociación sobre el Tratado de Maastricht hasta conseguir sacar a empujones un estatus privilegiado al margen de la Unión Monetaria.

Para aplacar a los franceses, los británicos debieron prometer un periodo de Transición, tras el cual se sumarían al Euro. Y durante una larga década se hicieron de rogar y se dejaron querer. El laborista Tony Blair estuvo prometiendo hasta el año 2004 que un referéndum sobre el Euro era inminente. En realidad, hizo de gancho: una hábil maniobra para no espantar a las víctimas de la Unión Monetaria. Nunca tuvo el Reino Unido ninguna intención de adoptar un Euro diseñado por el Bundesbank y dirigido desde Frankfurt.  Hoy menos que nunca.  Gracias a no estar sometidos a la caprichosa y delirante política monetaria alemana, el Reino Unido logró capear la fuerte crisis de 2007 y salvar a sus bancos.

El BREXIT es una evidencia. Los británicos viven en el mejor de los (dos) mundos.  Dentro de la Unión Europea gozan de facto de un estatus a la Suiza. A todos los efectos están dentro del Proyecto Europeo y se benefician de todas sus ventajas económicas y políticas, pero sin ningún compromiso ni obligación solidaria para con el resto de los socios.  Juegan, al igual que Alemania, Suiza o Dinamarca, a pertenecer a una Europa de dos velocidades.  La de los ricos y pobres,  acreedores y deudores.  Y nadie se lo puede reprochar: ni siquiera Francia está ya a gusto en esta deriva del Proyecto Europeo que ha reabierto una vieja fractura religiosa entre protestantes y católicos.

Aunque Londres aceptó a regañadientes en 1992 la libre circulación de las personas en el Continente, lo cierto es que el grueso de la inmigración en el Reino Unido procede de sus propias colonias y de países de Este como Polonia a los que fue, deliberadamente, a pescar trabajadores cualificados. El cinismo de los británicos con relación al Espacio Schengen es absoluto: llevan más de 20 años abusando con gran descaro de la hospitalidad española y multiplicando los fraudes a su sistema sanitario.

Tal y como lo ha planteado David Cameron, el BREXIT es un “farol” bastante burdo. En su origen, tenía cuatro dimensiones.  La primera, de política interior, buscaba contrarrestar con un referéndum explícito la baza del creciente euroescepticismo latente.  La segunda, conseguir de Bruselas una especie de derecho de veto permanente para el Reino Unido sobre cualquier cuestión soberana que le afecte.  En el fondo, no deja de ser una vuelta al mecanismo de veto de la CEE, que se sustituyó por el actual sistema de cuotas. La tercera dimensión es un verdadero pulso a la política exterior de Francia para que rinda y firme el Tratado Comercial con EEUU.  La cuarta dimensión del BREXIT es fundamental para entender cómo se está desarrollando: Londres entiende que ni Alemania ni Francia pueden permitirse subir la apuesta, de modo que el farol sale gratis.  Si gana el referéndum por la permanencia, David Cameron sale políticamente reforzado, dentro y fuera del Reino Unido; si por ventura lo pierde…se repite el referéndum como ya ocurrió en Irlanda cuando vencieron los partidarios del No a la Constitución Europea y al Euro. Tan sencillo como eso.

Si no hubiera sido por la desastrosa gestión de Rodríguez Zapatero entre 2004 y 2011, España se encontraría hoy en la misma tesitura que el Reino Unido. Podría permitirse estar fuera del Euro y fuera de la UE, mejor que sometida a los caprichos monetaristas y religiosos de Alemania.

© Belge

El 26 J y la paradoja de la circunscripción única


Victor D’hondt ideó un sistema que permite resolver de manera sencilla los problemas de asignación de votos en un contexto de democracia representativa, pero que no resuelve ni   los problemas de organización territorial ni los conflictos étnicos y lingüísticos.

Desde algunos ámbitos políticos, que nunca han tenido en gran estima la verdadera representación democrático del pueblo, insisten en confundir a la Opinión Pública con la idea peregrina que un sistema de Circunscripción Única, que no existe en ningún país del mundo ni en ninguna institución humana, es mejor que el reparto por territorios más o menos homogéneos.

El ideal de Circunscripción Única, en la que todos los ciudadanos tienen los mismos derechos, las mismas obligaciones, los mismos intereses y un escrupuloso respeto por el Fair Play democrático, plantea más problemas concretos que los que resuelve.

En España, con un Censo de casi 37 millones de votantes se necesitarían  106.000 votos para obtener un escaño. En provincias con menos de 350.000, y 3 o 4 fuerzas políticas en liza, existe una alta probabilidad que los ciudadanos no estuvieran representados en el Congreso.  En otras muchas provincias, todos los españoles estarían representados por 1 o 2 diputados, con independencia de su color político.  La voz del 60% del territorio y del 30% de la población no se escucharía nunca en el Congreso.

La paradoja de la Circunscripción Única es que con el pretexto de sobreponderar la representación de un partido marxista que reniega en su filosofía político de la democracia representativa, le negamos la representación a 15 millones de españoles que mantienen con su trabajo y recursos 300.000 km2. Nos quieren hacer creer que los simpatizantes de IU en Albacete o Zamora estarían perfectamente representados por los diputados comunistas de Vallecas, Biskaia y Girona, que los militantes urbanos del PSC que apoyan a Ada Colau trabajarán con absoluta lealtad para defender los intereses rurales de burgaleses y cacereños.

Curiosamente, los que más pesados se ponen con la Circunscripción Única son los mismos partidos que defienden el derecho de vascos y catalanes a hacer de su capa un sayo por razones “históricas”, “territoriales” y “lingüísticas”.  Defienden contra toda lógica el despropósito de los conciertos fiscales y a renglón seguido nos hablan de lo perverso que es un Sistema D’hondt que obliga a IU a conseguir 15 o 16.000 votos en algunas provincias para obtener el tercer diputado en disputa.

El 26 J  asigna 3 diputados “estructurales” por provincia y el resto en proporción a los votos. Es decir: el sistema español sobrepondera el voto de las ciudades más pobladas en detrimento del territorio y de la inteligencia política del momento.  No es faltar a la verdad explicar que los urbanitas viven en una “burbuja” mental que les impide analizar el mundo en el que viven. Reaccionan a estímulos mecánicos.

Con los datos de las encuestas, y el veredicto del 20-D en la retina,  el resultado del 26 J es bastante predecible. Al PP le va a costar incrementar su número de escaños hasta 130 a pesar de recuperar más de 1 millón de votos. Con un 32/33% conseguirá 65 diputados “proporcionales” y entre 60/65 escaños “estructurales” en las 52 provincias.  Y aunque el PSOE puede perder de 10 a 15 escaños tras el acuerdo entre Podemos e IU, el gran damnificado será inevitablemente Ciudadanos. Si consigue de 20 a 25 escaños, proporcionales, podrán celebrar el recuento con Cava.

Huelga decir que el gran beneficiado por el Sistema D’hondt el 26-J será precisamente IU.    Con la excusa de anular el voto del Centro Derecha en España,  pueden sumar hasta 20 escaños más a costa de Cs, de ERC, del Psoe y hasta del propio PP.

(c) Belge