La libertad no es divisible. Se pronuncia igual en las calles del País Vasco que en los docklands de Belfast, lo mismo en Sarajevo que en Belgrado. No es divisible pero es diversa porque el ser humano es débil por naturaleza: nace siendo un niño que no sabe si reír o llorar cuando da sus primeros pasos y descubre que lleva sobre sus hombros el peso íntegro del mundo. Lo explicó Jean Paul Sartre mejor que yo: “El hombre está condenado a ser libre”.La libertad es una condena que sólo unos pocos abanderan. El héroe carga con su destino y da un paso al frente. Para sobrevivir, lo más cómodo es mimetizarse con el entorno. Soldado que huye de los disparos sirve para otra guerra. Pero quién persigue la Gloria, busca la redención. Cuando Cassius Clay se declara Objetor de Conciencia para no ir a Vietnam, asume todo el peso de su condena. Le habría resultado más cómodo alistarse en la retaguardia, pero quiso dejar claro que no era su guerra: “Ningún vietnamita me ha llamado nunca negrata”. El Juez le despojó de su título de Campeón del Mundo, de su licencia para boxear, y le condenó a 5 años de cárcel.El tenista serbio Nolan Djokovic nos ha devuelto a los peores tiempos del Macartismo puritano con su negativa a pasar por el aro para jugar el Open de Melbourne. Novax Djocovid es el genial hastag de un usuario anónimo de Twitter que ilustra cómo la hoguera del Caso Djokovic ha prendido en las RRSS de todo el mundo para alimentar un debate público que los poderosos lobbies americanos pretendían mantener en sordina. Con su gesto, ha dejado patente la complicidad de unos y la cobardía de otros. Resulta verdaderamente esperpéntico que unos políticos, que se han pasado la vida esnifando coca en los lavabos, puedan reprochar a un deportista de élite que no cuide su salud y arriesgue la vida de los demás.No menos surrealistas resultan los pronunciamientos a favor de corriente por parte de destacadas figuras del mundo del deporte y del espectáculo que se han pasado la vida llegando a acuerdos con Dios, y con el Diablo, a cambio de sus 15 minutos de fama. ¿De qué leyes y de qué principios hablarán? ¿Cuáles son las reglas del juego y las normas tributarias que uno se puede saltar durante años con total alegría sin dañar el Interés General?Con la Predestinación y todo el aparato de propaganda del Puritanismo siempre pasa lo mismo desde hace 500 años. La aporía es recurrente. Si somos los buenos y los puros, ¿qué son los otros? ¿Y qué hacemos con sus bebés? Preguntaban en un programa de televisión a un público de puritanos norteamericanos si los hijos de los negacionistas, de los alcohólicos y de los negros eran culpables de su mala salud. Más del 50% contestó que sí. Los bebés de los antivax tienen la marca de la Bestia y no deben ir al Cielo (hospital) si enferman. Para du desgracia, esos bebés han sido condenados antes de nacer: No es posible retirarles la patria potestad a todos los negros, irlandeses, pobres, chicanos, alcohólicos y drogadictos de América.
(c) Belge
Periodista, autor de una trilogía sobre la Revolución Puritana en España
La economía de escala es un mito. En algún momento, hasta el más obtuso y codicioso de los puritanos debió darse cuenta de ello. Acababa de nacer el embrión de la ideología eugenésica que caracteriza a los pueblos anglosajones y escandinavos, esa locura de pensar que pueden controlar las tasas de natalidad y mortalidad en beneficio propio. Soplar y sorber al mismo tiempo.La desastrosa conclusión de la II Guerra Mundial les llevó al disimulo. Hasta final de los años 60, optaron por mantenerse en un prudente silencio, pero no renunciaron a influir en las políticas de la OMS, como demuestran sus desastrosas intervenciones en la India y en China. A pesar de ello, y de la férrea política del hijo único impuesta al pueblo chino, esos países han duplicado su población en 50 años.¿En qué momento constataron que el control directo de la natalidad era inútil? No se sabe pero, con el tiempo, los historiadores descubrirán que, en su huida hacia ninguna parte, los puritanos optaron por intentar influir en las tasas de mortalidad. Es otra hecatombe condenada al fracaso. El sorpasso comercial de Asia es inevitable. La fuerza de una sociedad radica en su capacidad para procrearse, una generación tras otra. España
Evolución de la mortalidad
Evolución de la desnatalidad
Fecha
12-59 años
60-99 años
12-59 años
60-99 años
1981
10/10.000
300/10.000
230/10.000
0/10.000
2001
11/10.000
270/10.000
150/10.000
0/10.000
2018
13/10.000
275/10.000
120/10.000
0/10.000
2021
15/10.000
350/10.000
110/10.000
0/10.000
El modelo de sociedad digital y senil que los puritanos nos venden como concepto de modernidad avanzada es nacionalsocialismo del disimulo. El sociólogo Michel Maffesoli lo describe como joint venture entre lo arcaico y lo técnico. En línea con lo que hemos intentado explicar en nuestraTrilogia, la Economía 5.0 es esa mezcla tóxica de fundamentalismo reaccionario, neofeudal, y de nuevas tecnologías de control social.
Tocaría añadir un nuevo capítulo a La Sociedad Rota, una suerte de epílogo general, con nuevos mapas del contagio de Coronavirus a lo largo de 2021 y 2022, pero las nuevas circunstancias ya van implícitas en algunos de los conceptos expuestos. Por alguna razón misteriosa, la evolución de la mortalidad es muy diferente en las distintas regiones del planeta y las diferencias coinciden milimétricamente con el mapa genómico de la OMS. ¿Cómo es posible ese milagro? De memoria (porque el mapa ha desaparecido de Internet), el azul turquesa de China y África, no coincide con el rojo intenso de Francia, Italia y España, ni con el verde de América Latina. Tampoco con los colores de América del Norte o de Escandinavia. Lo que sí coincide, paradójicamente, es la evolución relativa de la tasa de mortalidad en las distintas franjas de edad. En los dos últimos años equivale, aproximadamente, a un 17/18% por debajo de 60 años y a un 35/36% por encima.