¿Qué es el Ibex Largo?


Los gestores de fondos andan ya preparando la siguiente estafa. Buscan una nueva hornada de pardillos a los que confundir y despojar de sus ahorros. El verbo ha de ser duro y directo, casi en proporción al esfuerzo que cuesta desmontar la obviedad de una superchería intelectual. La selección de una cartera inicial de 12.800 euros, en réplica del IBEX 35 con el que se estrenó el nuevo siglo del Euro, no es fruto del capricho. El método nos permite recordar con precisión cómo fueron damnificados los accionistas con el cuento de los puntocom. El Grupo Telefónica, que había aprovechado su influencia política para colar a Terra y TPI en el Índice Selectivo, le vació los bolsillos a los confiados inversores. Fueron más de 3.000 puntos los que se esfumaron en 3 ejercicios.

 

Título (100%) Total 1999-2018 Inversión Retorno bruto
Acciona (0,8) 37,95 euros 100 276 euros
Aceralia (0,4) 2,75 euros 50 63 euros
Acerinox (0,6) 6,82 euros 75 118 euros
Acesa (0,6) 1,80 euros 75 94 euros
ACS (0,3) 21,4 euros 40 275 euros
Agbar (0,5) 6,14 euros 60 105 euros
Altadis(1) 6,20 euros 130 512 euros
Amadeus (2,5) 0,06 euros 320 159 euros
Popular (2) 1,55 euros 250 62 euros
Bkinter(1,4) 3,26 euros 200 312 euros
BBVA (12,5) 6,70 euros 1600 1170 euros
BSCH (10) 7,30 euros 1300 1390 euros
Carrefour 0 euros 100 120 euros
Mapfre (0,2) 2,10 euros 30 110 euros
Alba (0,7) 12,7 euros 90 173 euros
Endesa (6%) 32,7 euros 800 1825 euros
FCC (0,6) 14,5 euros 75 103 euros
Gas (2,4) 14,6 euros 300 550 euros
Dragados 0,60 euros 50 135 euros
Ferrovial 12,2 euros 75 148 euros
Cantábrico 1,9 euros 65 117 euros
Iberdrola(3) 4,1 euros 400 1512 euros
Indra 5,15 euros 75 70 euros
NH 1,6 euros 30 17 euros
Rep (6,5) 14,32 euros 830 1181 euros
Sogcable(2) 0 euros 250 100 euros
Meliá 0 euros 30 16 euros
Tef (26,5) 11,34 euros 3400 1967 euros
Pizza 0 euros 40 30 euros
Terra (11) 0 euros 1400 52 euros
TPI (2,4) 0 euros 300 35 euros
Fenosa(1,8) 6,17 euros 230 260 euros
Valleh 0 euros 30 65 euros
IBEX35  Dividendos 12.800 13.122

 

La rentabilidad neta del Ibex 35, descontados las comisiones, los impuestos y la inflación, es completamente negativa. -6% al año. En función de las circunstancias de cada inversor, se comen de 1.500 a 2.000 puntos por un lado y de 7 a 8.000 puntos por el otro.  En el mejor de los casos, le queda menos de la tercera parte de su cartera inicial; en el peor, una cuarta parte (-7%).

Para que no se notara el verdadero saqueo económico y financiero que iba a perpetrar Alemania, inundaron las economías de Portugal, Italia, Grecia y Spain (PIGS) con dinero barato. El crédito a granel, que debía servir para alimentar una fuerte espiral deflacionista, ha devenido pesada Deuda Pública por arte de birlibirloque. El oportuno teatro político, en Grecia, Italia y España, propició que comisionistas y demás rateros del sistema financiero pudieran socializar sus deudas privadas y blanquear sus pufos. Se puso de moda multiplicar los splits para “dar liquidez al mercado”. Lo peor es que la treta suena a chiste.

Comisionistas y rateros a sueldo del Banco de España conspiraron con los activistas políticos radicales a sueldo de Berlín. De alguna manera acerté a intuir en 2002 que era una suerte nueva de terrorismo económico, orientado a sabotear o debilitar sectores estratégicos del PIB español. No es ninguna casualidad, pues, que una vez empotrados en las instituciones causaron tanto daño a la Bolsa, a la Construcción y a la arquitectura bancaria de la nación. Le allanaron el camino a los Golpistas del 1-0 que ahora juzga el Tribunal Supremo en un inútil esfuerzo por lavarle la cara a la Democracia en España y en la UE.

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La estafa del Euro explicada a un accionista de Repsol


20 años de cal y 20 años de arena. Una Bolsa en pesetas y otra en euros. Habían sido años de bonanza bursátil y los inversores se despedían de un siglo lleno de pesetas con sus viejas acciones de Telefónica rozando los 100 euros y los títulos de Repsol y Popular por encima de los 70 euros. Pero a modo de traca llegaron los splits, las grandes compras estratégicas y la supresión del derecho de suscripción preferente por el art. 33. ¡Y, con el milenialismo, faltaba por venir lo mejor!

La compra de YPF, con un dólar en máximos y un barril de petróleo en mínimos, fue oscura, difícil de entender e imposible de encajar en la contabilidad oficial de Repsol. Para financiar la inversión, Alfonso Cortina acometió una ampliación de 288 millones títulos nuevos a 19,36 euros, sin contar un emisión de obligaciones convertibles por un importe de 2.000 millones de euros. Entre los pitos de la OPA inicial (3 billones de pesetas equivalentes a la capitalización total de Repsol) y las flautas de la inversión comprometida in situ (2 billones de pesetas), el Lobby catalán le endosó la broma de la operación a los accionistas y a los consumidores españoles. 

Antes de que se consumara el esperpento de la expropiación de YPF, y que la traición de nuestros socios europeos fuera como el preámbulo de lo que vino después del 1-0, la gestión de Repsol-YPF ya era puro dislate. Su cotización, en bolsa, por los suelos. Con un agravante notable: Todas las petroleras del mundo disparaban sus beneficios con la monstruosa subida del precio del barril y repartían dividendos a espuertas.

Durante toda la burbuja del petróleo, que se prolonga hasta el reventón de 2008, Repsol abonó a sus accionistas un retorno bruto de 3,66 euros por título. En los 4 ejercicios siguientes, hasta la confiscación de facto de YPF, recibieron otros 3,43 euros. Dicho de otro modo: a cambio de los 19,36 euros invertidos en la ampliación de capital sin derecho de suscripción preferente, recibieron 7,09 euros brutos antes de impuestos y un dividendo extraordinario de 1 euro tras la expropiación forzosa. Casi nada.

Mariano Rajoy llegó a tiempo a La Moncloa para montar el FLA y rescatar de la quiebra a todas las empresas del Lobby catalán. De ese modo, con Brufau a la cabeza, Repsol regresó a su negocio natural, que no es otro que esquilmar al consumidor español. Con un barril de petróleo cotizando al mismo precio, en el surtidor el litro de gasóleo costaba el doble. Fue cuando empezaron a decir que sus carburantes eran mejores que los de la competencia. Claro.

Desde que España forma parte de la Unión Monetaria, con un Euro fuerte y un petróleo por las nubes, el déficit energético que ha habido que financiar cada año no ha bajado de los 25.000 millones de euros. Es una “deuda exterior”, vía importación de combustible, que supera el medio billón de euros, sin contar los intereses acumulados. Es un pésimo negocio recaudar impuestos que solo benefician a la Industria alemana y a las petroleras americanas.

Para los viejos inversores españoles que acudían al parquet en busca de rentabilidad, Telefónica, Repsol y Popular eran la quintaesencia misma de la Bolsa. Su mejor expresión. Valores seguros, valores tranquilos, con una rentabilidad por dividendos, excelente. Nada mejor que seguirles la pista, para conocer cuál ha sido la evolución del mercado en estos últimos 20 años.

Telefónica estrenó el siglo superando los 100.000 millones de euros de capitalización, con el Ibex 35 muy por encima de los 12.000 puntos. El mejor banco del mundo, el Popular, rondaba los 8.000 millones y Repsol valía más de 22.000 millones de euros. 10 millones de pesetas, distribuidos en tres lotes de 20.000 euros, son cómodos de manejar y analizar. Por simplificar, equivalen a: 600 títulos de Telefónica, 1000 títulos de Repsol y 1400 títulos de Popular.

 

Repsol Telefónica Popular
1999-2003 2,14 euros 0,31 euros 1,45 euros
2004-2008 3,22 euros 3,00 euros 1,90 euros
2009-2013 5,00 euros 5,00 euros 0,59 euros
2014-2018 3,96 euros 3,03 euros 0,19 euros
Total 14,32 euros 11,34 euros 4,13 euros
Retorno Bruto 28.000 euros 11.280 euros 5.180 euros
Rentabilidad Neta 15% (0,7% año) -55% (-4%) -83%  (-10%)

 

El millenial que metió 60.000 euros en los valores más representativos de la Bolsa, queriendo emular la suerte de sus mayores, tiene hoy 40.000 euros brutos, sumando los dividendos percibidos. Poco más de 30.000 euros netos. Es el famoso Índice Largo con el que los Siervos del Euro buscan camelar a los nuevos clientes. Podemos hacer piruetas en el aire, pero la suma no da para más. El Selectivo se ha dejado un 28,2% en este siglo, en línea con lo que se han dejado los accionistas de Telefónica, Repsol y Popular. 

El Índice Largo del Ibex 35, dentro de la Unión Monetaria, debe ser algo así como el Sexo de los Ángeles. Lo que nos decían en clase, para cuadrar conceptos a martillazos. Si no tenemos en cuenta que 15 de los 35 valores han desaparecido, dejando tras de sí un reguero de damnificados, que hay que pagar impuestos y comisiones, que en lugar de pagar dividendos amplían capital, entonces llegamos a todas partes sin despeinarnos. 

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¿Quién gana y pierde con la repetición de las Elecciones Generales?


Un suceso improbable resulta fácil de analizar: la realidad de la que mana es un universo acotado. Para que se repitan las elecciones generales, allá por el mes de noviembre, el PSOE debe pretender que el cálculo de una nueva convocatoria le resulte favorable. A partir de ese momento, la propia realidad implícita se encargará de desplegar todas sus facetas lógicas. Puede haber calado más o menos el nuevo relato bipartidista, si, pero en esos comicios buscarían escaño 5 partidos nacionales y 5 partidos nacionalistas.

¿Quien gana y quién pierde?

 

Partido Actual Si se repiten Votos Gana/Pierde
PSOE 123 113 6.500.000 -10 escaños
PP 66 95 5.200.000 +29 escaños
CS 57 47 3.000.000 -10 escaños
Podemos 42 45 3.000.000 +3 escaños
VOX 24 16 1.700.000 – 8 escaños
ERC 15 17 1.000.000 +2 escaños

 

Es bastante improbable que se repitan las elecciones porque no se podría repetir el cúmulo de irregularidades que determinaron el resultado del 28 de abril. Los políticos de la Casta son embaucadores de saldo y fulleros, pero no del todo tontos como para recrearse en su suerte. Incluso Pablo Casado, que se salvó de milagro de ser arrojado a los leones, no ve con malos ojos un escenario político en el que tiene 4 años por delante para consolidarse como líder del PP y de la Oposición. 

Paradójicamente, los dos líderes políticos más interesados en que se repitan las elecciones son Pablo Iglesias y Albert Rivera. Empiezan a escuchar críticas en sus formaciones, y desde un punto de vista personal, ambos necesitan volver a meterse en la partida. Para ellos, es ahora o nunca. Ciudadanos no volverá a estar tan cerca de poderle quitar la antorcha a un PP debilitado, y Podemos lucha por sobrevivir: Debe evitar, a toda costa, el abrazo del oso. 

A VOX y ERC tampoco les viene del todo mal que se mueva el tablero: a ambos partidos les resultaría ventajoso que Ciudadanos saliera relativamente debilitado de las Urnas. Tienen margen para afinar sus estrategias y seguir creciendo, aunque caminan por el mismo borde del acantilado. 

No es casualidad, pues, que los dos partidos políticos menos interesados en una repetición de las elecciones – como son PNV y PSOE – se hayan esforzado por sellar su alianza a la luz del mediodía. Lo de Navarra no es una circunstancia menor. Tampoco lo es que hayan encargado a sus matones del CIS que publiciten en los medios afines una de las encuestas más delirantes que se recuerdan. Toman la iniciativa, con un burdo farol, para que Pablo Iglesias dude y juegue encogido.

¿Qué va a ocurrir de aquí al 21 de septiembre? Nadie lo sabe, pero llama la atención que desde un medio tan posicionado como El País hayan empezado a disparar con muy mala leche contra lo que llaman “el círculo de Malú”. No es nada habitual en un país católico como España que los medios busquen linchar o atar en corto a un personaje público acosando a su entorno. Para desestabilizar al genial y simpático entrenador portugués, José Mourinho, la prensa del lobby catalán no dudó en traspasar todas las líneas rojas y atacar a su mujer y su hijo. 

© Belge

Año 0. Día 10. La Investidura


Oye Meri, poneme cuarto y mitad, que ya me pasaré cuando tenga un rato. Con 261 diputados in pectore, Pedro sólo debe tener contento al PNV. Gobernar con los Presupuestos Generales de Rajoy fue condición sine qua non para que Albert y Aitor le facilitaran la Moción. Según los cálculos de su equipo de negros, no va a necesitar ponerse a negociar nuevas cuentas de gastos hasta octubre de 2020. Hasta entonces, uno, dos, cha cha, chá. 

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