Desde INLUCRO.ORG les deseamos a todos nuestros lectores y amigos, que 2020 venga con su zurrón lleno de esperanza, alegría y risas compartidas. Amar, amor, o lo que más se le parezca.
La estafa del euro explicada a una clase media empobrecida es esa mochila fiscal de 40 euros por día con la que ha tenido que cargar en nombre de una promesa de progreso, bienestar y riqueza que la Unión Europea no ha cumplido. Por un simple pecado de ingenuidad política, todo un siglo XXI de condena.Hace 20 años, justo un minuto antes de ratificar el Tratado de la Unión Monetaria, de clase media holgada era el hogar que ingresaba 15.000 pesetas brutas al día, con uno o dos sueldos, y pagaba 5.000 pesetas de impuestos. Los 12 millones de pesetas que tenía ahorrados le rentaban 1.000 pesetas netas al día. Hoy, según los datos que publica la Agencia Tributaria, la clase media empobrecida ingresa poco más de 11.000 pesetas al día y paga 7.000 pesetas de impuestos. Por sus ahorros, que no han crecido, le cobran dinero.La manera en que le hurtaron la cartera, de forma literal y figurada, es clásica. La mano izquierda distrae mientras la mano derecha sustrae. Los fuegos de artificio, los empujones y el crédito barato del nuevo milenio ayudaron a crear la confusión necesaria. Las familias se lanzaron a vivir muy por encima de sus posibilidades, sin darse cuenta que estaban consumiendo a crédito.Vender el piso que se ha quedado pequeño y comprar un chalet en un barrio más agradable en las afueras no solo implica pagar impuestos directos e invisibles de un modo inmediato y diferido, sino tener que comprar otro coche y cambiar de hábitos de consumo. No es lo mismo bajar en un minuto a comprar unas cebollas que desplazarse 50 km para hacer la compra y olvidarse de comprar las cebollas. La diferencia es una huella fiscal de 3 euros al día. Por un clavo se perdió la herradura…Cuando todas las luces rojas de la economía española estaban ya encendidas, la Casta Política al mando se dedicó a mentir. No trataba de ocultar los datos, ni la gravedad de la situación, sino de ganar tiempo y utilizar el dinero de los Presupuestos Generales del Estado para comprar lealtades. Lo prioritario era asegurar una retirada ordenada de la Nomenclatura en la retaguardia. La ecuación fiscal no deja dudas sobre el modus operandi que usaron para defraudar. El truco no está en lo que gastan y tributan, sino en los impuestos que les devuelven por la puerta de atrás. A cambio de apoyar los chapuceros presupuestos de 2009, el PNV consiguió para una élite vasca que Zapatero les devolviera el IVA defraudado. Una pedrea de 450 millones de euros.Durante casi una década, la confiada clase media española gastó al límite de lo que ingresaba, acumulando un pasivo fiscal que podía superar los 60 euros al día. Dicho así, no parece una cantidad alarmante, pero solo era cuestión de tiempo que la política de deflación y el desarme arancelario impuesto por Alemania en beneficio de China provocará la destrucción de 5 millones de empleos bien remunerados y el colapso de la recaudación. Cuando quiso abrir los ojos, ya era tarde: pagaban más impuestos que lo que ganaban. El resto ya es historia.Para ilustrar la perversa dinámica de la estructura fiscal de los hogares en la España del siglo XXI, nada mejor que un sencillo cuadro. Dado que el grueso del impuesto es indirecto y descansa sobre la actividad económica y la propiedad, la pérdida del empleo tiene consecuencias fiscales dramáticas para la población. La MEDIA estadística infravalora el peso real de la mochila fiscal que soportan los diferentes segmentos.