Uno intenta imaginar el extraño sentimiento de zozobra intelectual que debía embargar a los europeos al principio del siglo XX, y no le cuesta entender como tuvieron la confusa intuición de lo que se les venía encima. El paralelismo con el momento actual es sorprendente. La inestabilidad política en Francia, en el Reino Unido y en España propiciaba que la Alemania del Káiser Guillermo moviera a su antojo todas las piezas del tablero. Si hubiera sido hoy, Berlín habría estado acusando a Rusia de ocultar Armas de Destrucción Masiva, y habría inventado otro Casus Belli de gran impacto en la Opinión Pública internacional, pero la situación geopolítica no habría sido muy diferente.Es la segunda vez, en Francia, que el Frente Nacional pasa a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Pero, a diferencia de la anterior ocasión, no ha sido inesperado. La sorpresa habría sido que Marine Le Pen no disputara esa segunda vuelta. Como en las Arenas de Nimes, es el segundo pañuelo de los tres avisos de rigor. Hasta la fecha, el Frente Nacional nunca ha conseguido entra en la Asamblea Francesa. Las próximas elecciones legislativas se celebrarán el 11 y 18 de junio, y todo apunta a que Marine Le Pen va a barrer y entrar con fuerza en el Parlamento.Londres ha entendido lo que se le venía encima, y la Premier May ha anticipado sus propias elecciones una semana antes. Podría darse la circunstancia que en España el gobierno de Mariano Rajoy se viera en la misma tesitura si por ventura ganara Pedro Sánchez las Primarias del Psoe, bloqueando la legislatura. Nos encontraríamos, entonces, una Europa fracturada en tres frentes religiosos. Un frente católico en Francia, Irlanda y España, un frente musulmán en Turquía, y un frente ortodoxo en Rusia.Por el humo se conoce donde está el incendio. A diferencia de 2009 y 2010, en que Berlín llevaba la voz cantante y no dudaba en mostrarse religiosamente beligerante, en los últimos 3 años, la canciller Ángela Merkel ha optado por actuar de un modo más sigiloso, evitando las grandes proclamas ideológicas. Alemania se sabe clara dominadora en la UE y no quiere dar pie a alianzas que cohesionen a sus rivales. Pero es una política exterior igual de eficaz: daba un burdo pucherazo en el Festival de Eurovisión el pasado año, para poder excluir a Rusia de la edición que se celebra en Kiev.Del resto de elementos y circunstancias de la Nueva Guerra Fría que se libra en el Viejo Continente, y a la que se ha sumado EEUU, hablaremos otro día. Mientras todo eso ocurre, la censura y la autocensura en los Medios de Comunicación es brutal. Al igual que pasaba hace un siglo, la Prensa ha dimitido cuando más necesaria era su función y se dedica al chascarrillo, al fútbol, al linchamiento político y a enfatizar todo lo que sea políticamente correcto en los mundos de Yuppi.(c) Belge