El diccionario. Mercados regulados.


En anteriores artículos ya he escrito sobre algunas de las diferencias en la tributación en IRPF de las rentas procedentes de las acciones, dependiendo de si éstas están admitidas o no a negociación en algún tipo específico de mercado.

Sirvan como ejemplos bien los diferentes plazos de recompra para la normativa de diferimiento de las pérdidas en función de si las acciones están admitidas o no a negociación en alguno de los “mercados secundarios oficiales de valores definidos en la Directiva 2004/39/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 21 de abril de 2004” (artículo 33 de la Ley 35/2006), o también la diferente forma del cálculo de la ganancia o pérdida patrimonial dependiendo de si las acciones están admitidas o no a negociación en alguno de los “mercados regulados de valores definidos en la Directiva 2004/39/CE del Parlamento Europeo y del Consejo” (artículo 37 de la Ley 35/2006).

Sin ser exhaustivo, podemos formularnos varias preguntas al respecto, para la Dirección General de Tributos, y por tanto para Hacienda: ¿Qué son estos mercados regulados? ¿Cuáles son? ¿Qué quiere decir el “apellido” secundario?

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El origen de la cuestión inmobiliaria en España


  • Metodología

El análisis de la realidad inmobiliaria española plantea una serie de desafíos metodológicos previos, como son el periodo estudiado, la naturaleza de la evolución y el objeto de la observación.

 

  1. El periodo estudiado

La vivienda unifamiliar tiene un periodo de amortización que supera la esperanza de vida de los propios individuos que la habitan, y su ciclo de promoción o producción es suficientemente largo como para que no se ajuste necesariamente al propio ciclo económico del entorno. Viviendas que se planifican durante una fase de crecimiento se construyen y venden en un posterior momento de crisis o recesión. No es nada evidente obtener conclusiones empíricas y lógicas de un análisis primario de series estadísticas.

  1. La naturaleza de la evolución

En un espacio dilatado de tiempo, lo más probable es que se acaben confundiendo las cuestiones relativas al crecimiento inmobiliario con la propia evolución demográfica de la sociedad y las tareas, accidentales, de reconstrucción. El ciclo natural de la inflación y de la deflación en una economía se ve a menudo condicionado por los movimientos migratorios, las guerras y las manipulaciones de la moneda.

 

  1. El objeto de la observación

Techo, Vivienda y Casa son sinónimos fáciles de usar en cualquier conversación o artículo para referirse a un objeto de estudio bastante escurridizo. Una chabola en un descampado, sin agua y sin luz, no es el mismo “objeto” que un Duplex en una céntrica y concurrida avenida de Madrid. Del mismo modo que una carro no el lo mismo que un coche, no son homologables las tres cuartas partes de las viviendas que se producían en España antes de 1940 con las que se han venido construyendo a partir de 1950. En muchas provincias, el porcentaje significativo de viviendas obsoletas que figura en los censos suele desvirtuar el valor de las series históricas.

 

  • Antes y Después de la Guerra Civil
  1. 1890-1940

La población española pasa de 18 millones de habitantes (según las fuentes consideradas) hasta los 26 millones. Es una tasa de crecimiento del 0,75% anual, que apenas se ve empañada por la Crisis de Cuba, la Primera Guerra Mundial, la pandemia de Gripe, la Dictadura catalanista de Primo de Rivera, la crisis constitucional de 1931 y la Guerra Civil.

 2.  1950-2009 

La población residente en España experimenta un crecimiento casi exponencial a partir de la década de los 50 y roza una tasa anual del 1,2%l. El censo se duplica, si se tienen en cuenta la importante colonia de jubilados británicos y alemanes que viven ilegalmente en nuestras costas y la rotación media del resto de turistas que visitan nuestro país durante 2 semanas. 

  1. 2010-2020

 

La fase actual, que sucede a la crisis del euro y al intento de intervención de la economía española, se caracteriza por una marcada despoblación en el Oeste y en las regiones del Interior de la Península, y un desplazamiento incentivado hacia el litoral mediterráneo. En conjunto, Galicia, Asturias, Castilla León y Extremadura experimentan un crecimiento negativo de su población.

 

  • Tratado de Maastricht e Inmigración

A partir del 1 de enero de 1993, entra en vigor un Tratado de Maastricht que, en España, queda intencionalmente solapado por la resaca de los JJOO de Barcelona 92.  La crisis de 1993 y 1994 supone, además, un parón en seco de la actividad promotora. El censo de la población residente en España es de 39 millones. Es un dato relevante, por cuanto los nuevos criterios y directrices de la UE se traducen en España, entre 1995 y 2005, en un incremento de la población que supera los 10 millones de residentes. Es una tasa de crecimiento del 2,2% anual que solo tiene parangón en Malta, y provoca un grave déficit de viviendas habitables en muchas zonas de concentración urbana.

  1. El velado origen de la cuestión inmobiliaria

En paralelo, en el periodo que se extiende desde 1995 hasta 2010, se han promovido y terminado de construir 5 millones de viviendas nuevas, insuficientes a todas luces. Al finalizar la década de los noventa, y acercarse la economía española a lo que sería el abismo financiero que proyecta la futura Unión Monetaria, surge por primera vez en nuestro país una verdadera CUESTION INMOBILIARIA, que en parte recuerda la crisis puntual que se produce en Madrid y Barcelona en los años 50. Pero ahí se acaban los parecidos.  En 1996, un servidor fue de los pocos periodistas que alertó de las consecuencias inmobiliarias del choque cultural que provocaría la inmigración en ciudades como Madrid y Barcelona, con grave déficit de viviendas habitables.

  1. Las tres causas de la Cuestión Inmobiliaria

La primera, fundamental, se debe al fuerte crecimiento de las rentas de la clase media española, tras dejarse atrás la resaca de los JJOO y la crisis monetaria del 93. A partir de 1997, crece el empleo en España y se dispara la renta disponible de las familias.

La segunda, se debe a la llegada progresiva de 10 millones de inmigrantes pobres en los barrios tradicionales de las grandes ciudades. Es un fenómeno menos acusado que en el resto de países europeos, pero que acaba surtiendo el mismo efecto de desplazar una parte de la población hasta barrios nuevos y hacia las afueras.

La tercera, clave en el debate político y mediático, es el tremendo déficit de viviendas modernas que padecen muchas regiones españolas en los años 80 y 90. En 1950, como recuerda un estudio de la Fundación BBVA, las pequeñas viviendas disponibles en el mercado eran ocupadas por 5 miembros de la familia. No plantean las mismas necesidades 6 millones de hogares austeros, en la postguerra, que 15 millones de hogares al finalizar el siglo XX en la rica Europa.

 

1.4 Evolución del parque inmobiliario por provincia (Fundación BBVA)

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El Mito de la Burbuja y la Estafa del Euro


Introducción

La pregunta es sencilla y universal: ¿Qué puede hacer un ciudadano con el dinero que ahorra? La respuesta puede dar para una colección entera de Tratados de Economía, en la que se expliquen y describan los conceptos de dinero, ahorro, consumo, gasto, inversión, estadística, coste de oportunidad, mercados financieros, matemática actuarial, derivados, derecho mercantil, legislación comparada y hasta historia de las ideologías. El análisis circunstancial del contexto en que se plantean la pregunta y la respuesta abarcaría un escenario bastante extenso de los riesgos de la geopolítica contemporánea. Es lógico: el dinero es la forma jurídica abstracta en la que se precipita la libertad presente del individuo.

La expresión “Tanto tienes, tanto vales” resume esa propiedad casi mágica. No existe interferencia o interacción entre individuos que no tenga un rastro monetario. Lo que hace un ciudadano con su dinero determina sus opciones vitales. De entrada, debe decidir si  lo conserva o elimina, y esa elección lo cambia todo. Se puede entender que todo el peso institucional de la sociedad recaiga en ese instante preciso en el que el individuo tiene que racionalizar la Tenencia o la Destrucción del ahorro. Tener o dejar de tener.

Las formas en que un ciudadano puede Dejar de Tener son múltiples, pero lógicas.   Deja de Tener  por Consumo, Inversión, Donación o Pérdida.  Las formas y razones de la Tenencia son más complejas: tienen que ver con la Ilusión, la Concepción del Mundo, la Capacidad y Moral.  La Tenencia es un complejo sistema jurídico y religioso en el que el Gasto ha devenido un Imperativo Moral. Como ocurre con la dialéctica de los Derechos Naturales, es solo cuestión de tiempo que las Minorías activas reclamen y luego impongan el “derecho” al Gasto. En la medida en que el Valor quede fagocitado por el Precio,  irán castigando el pecado de ahorrar y criminalizando el ahorro efectivo y soberano.

Sería interesante esbozar en esta introducción cómo el marco ideológico imperante en el siglo XXI (el neo marxismo luterano) ha ido modificando el sistema de la Tenencia  para beneficiar la posición de ventaja económica de unas regiones que monopolizan la emisión de moneda y concesión de crédito, pero sería sacar de tapadillo al lector del argumento director que arranca de la pregunta inicial. Explicaremos más adelante el mecanismo por el que esa ideología busca favorecer la mayor dependencia de los individuos en un ámbito concentracionario.

Intentaremos ilustrar y documentar en estas páginas cómo la fórmula de Gasto y Ahorro de las Familias, en las dos décadas que van de 1990 hasta 2010, ha quedado interferida y manipulada desde los aledaños de la Política por razones que no son evidentes y que han trascendido la capacidad de intelección de quienes participaron en dichas campañas. Para muestra, unos botones:  1) Los agresivos activistas que se han manifestado en contra de las cláusulas suelo y a favor de la dación en pago a partir del año 2010, son los mismos que reclamaban a gritos que el BCE subiera el Euribor muy por encima del 5% para pinchar el “globo” inmobiliario.  2) Los protagonistas políticos y mediáticos que ayer exigían a las Cajas de Ahorro que concedieran los créditos hipotecarios que los Bancos rechazaban  son los mismos que hoy acusan a unos y otros de lucrarse firmando hipotecas con diferenciales mínimos.  3) Los que deseaban hundir el mercado inmobiliario y mandar al paro a 2 millones de albañiles, se ofrecen a representar y defender, sin rubor alguno, a los damnificados por el colapso del crédito hipotecario y la crisis económica.  4) Los mismos empresarios y agitadores nacionalistas que predicaban flexibilidad fiscal y camareros baratos para el Turismo, ahora no saben cómo lidiar con una avalancha fortuita de turistas “colaborativos”.  El dinero que ya no pueden blanquear en Andorra está disparando, literalmente, el precio de los alquileres en destinos tan señalados como Barcelona o Mallorca.

El momento en el que se produce el cambio en España, en la segunda mitad de los años 90, está emparentado con dos circunstancias históricas internacionales. La primera es una fuerte expansión monetaria en EEUU que facilita la comercialización masiva de los Fondos de Inversión en todo el mundo; la segunda es la creación de la Unión Monetaria en Europa y la aparición de pequeños lobbies políticos encargados de controlar y encauzar el debate mediático. Lo que más sorprende, hoy, de la historia del EURO en España y en la UE, es que no haya existido debate alguno fuera de los selectos ámbitos financieros. La frivolidad de los periódicos al tratar el tema durante 10 años, que raya con la censura,  contrasta con la agresividad que emplearon los periodistas para satanizar el sector de la construcción en España.  Entre 2002 y 2006, esos oscuros lobbies se dedicaron a envenenar o condicionar a la Opinión Pública, inventando y difundiendo toda clase de estadísticas y datos macroeconómicos falsos.  Los propios asesores “especiales” y ministros de Zapatero se emplearon a fondo en esa peculiar labor de mistificación.

La virulencia de la campaña contra la inversión inmobiliaria en España, en la Prensa y en las Redes Sociales, no ha tenido parangón en los países occidentales. Si procede, podría compararse el fenómeno con lo que ocurrió en Zimbabue, tras la llegada al poder de Robert Mugabe. Desató una feroz campaña mediática de linchamiento contra el sector agrícola y ganadero, en manos de granjeros de origen británico, tras impulsar una reforma agraria fracasada y sectaria que hundió las exportaciones y destruyó la confianza en la moneda.

En estas páginas, trataré de analizar las tres causas de fondo que han provocado una verdadera guerra civil soterrada entre sectores económicos presentados como antagónicos. Para la alianza de fuerzas nacionalistas y partidos de izquierdas, el “ladrillo” pasó a encarnar la quintaesencia de todos los males económicos  en España,  mientras que el Turismo y la ensoñación del I+D+i  eran el Santo Grial de una economía dinámica, productiva y moderna. Por pura magia, las regiones pobres que habían visto en el sector constructor una tabla de salvación para crecer, fijar población y recuperar parte del retraso acumulado desde la Transición,  eran denostadas como  rémoras subsidiadas y ejemplos de corrupción, improductividad conservadurismo.  Y las regiones “ricas”, que llevaban 50 años cebando la maquina urbanística más especuladora y depredadora, pasaban por arte de birlibirloque a ser economías pujantes y modernas víctimas del  latrocinio patrio. El exceso de solidaridad había abonado la Hoja de Ruta secesionista, muy a su pesar, y de esa retórica quieren seguir viviendo algunos años más.

 

Para un individuo que alcanza la mayoría de edad jurídica y quiere ser libre en España, el Gasto en alquiler es una elección imperativa que le empuja a decidir DONDE, COMO, CUANDO y CON QUIÉN quiere vivir. Son muchos parámetros matemáticos y financieros que determinan el DERECHO DE RESIDENCIA, pero también políticos y sentimentales.  No es lo mismo vivir en León que en Benidorm y no es lo mismo el Centro que las Afueras; es muy diferente vivir en un Pueblo o en una Ciudad, y no igual compartir piso que formar un Hogar.  Todo eso va incluido en el Precio y es preciso no errar el tiro. La Confusión y el Ruido de los últimos lustros no ha contribuido al buen juicio de los ciudadanos más jóvenes.

A modo de resumen, y para concluir esta breve introducción a la historia económica de los últimos 30 años en nuestro país, apuntaré que el Coste del Alquiler más modesto que puede afrontar un ciudadano de 18 años, a lo largo de su vida, asciende – estadísticamente – a 10 millones de euros. Es una cantidad final equivalente a unos 120.000 euros actuales. Pero, si se equivoca en sus decisiones, no es descabellado que pueda llegar a pagar 4 o 5 veces esas sumas en el cómputo global de su existencia.

 

(Sigue)

(C) Belge. 06/02/2017