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La Revolución Puritana (17): El tiempo es oro


La gestión del tiempo es el sello que identifica a los puritanos, como la esvástica señala a los nazis. Fue Henry Ford el que revolucionó la Industria moderna con su propia concepción de lo que era el tiempo. Su pasión por los relojes le llevó de forma natural a imaginar nuevos mecanismos y cadenas de montaje para secuenciar el tiempo útil. Hasta la revolución cibernética en los 90, nuestra civilización era el reloj de pulsera, el coche en la puerta y la cadena de montaje en la fábrica.

Me gusta creer que mi historia como disidente empezó el día de mi Primera Comunión. Me habían regalado una bici de carreras amarilla y un reloj de pulsera. Me subí a la bici, me caí y rompí el reloj. La bronca fue tremenda y decidí, como venganza, que no volvería a llevar reloj. No lo sabía entonces, pero había tomado una decisión importante y trascendente. Al principio no eres consciente de ello, pero a medida que transcurren los años percibes que el ser humano tiene un sentido innato del tiempo.

La esperanza de vida en la España actual ronda los 83,59 años. Son 30.510 días. 732.500 horas. Los hombres llegan a las 700.000 horas y las mujeres a las 760.000. La diferencia es lógica: duermen casi una hora más al día. De media, 280.000 horas.Es tanto como decir que el 36% del tiempo, el cerebro humano funciona de forma automática y se dedica a sus cosas: aprender y mantenernos con vida. Un insignificante detalle que cobra sentido cuando insisten en abrir el debate sobre la eutanasia activa.

El concepto de vida útil, que la contabilidad puritana utiliza como inocente metáfora, procede probablemente del mundo de la esclavitud. El tiempo en que los trabajadores resultan útiles y productivos, en comparación con el resto del ganado. Pero en la época contemporánea, el concepto puritano gira sobre su propio eje. Vida útil por oposición a vida inútil. Vida llena si es productiva, y vacía si es ociosa. Para el puritano feudal, la vida útil del esclavo es el tiempo dedicado al trabajo. Cuanto más productivo, de mayor calidad.

Pero si analizamos la gestión del tiempo, con una sencilla tabla, enseguida podemos observar la naturaleza de la superchería conceptual que encierran algunas metáforas al uso.

 

Actividad humana Tiempo dedicado Porcentaje
Dormir, descansar 265.000 36,2%
Esperar, no hacer nada 122.000 16,7%
Ver la tele 95.000 12,9%
Comer, cocinar, alternar 75.000 10,2%
Jugar, pasear, viajar 75.000 10,2%
Aprender, estudiar, leer 65.000 8,9%
Trabajar, producir, servir 35.000 4,8%
Esperanza de vida 732.000 100%

 

¿Cómo es posible que una actividad completamente marginal sirva para baremar la existencia humana y definir lo que es vida útil? Si examinamos la estadística laboral de los países más avanzados, resulta que la tasa de ocupación se eleva ligeramente por encima del 50%. En países como España, sólo superó el 40% al principio de los años 50. En la actualidad ronda el 33%.

Gracias a la alarma social provocada con la Declaración de Pandemia, los puritanos han conseguido reducir ligeramente la esperanza de vida y limitar la “vida ociosa”. Son transparentes en su maldad nihilista. En el futuro próximo, ya han anunciado que pretenden controlar y condicionar esa vida ociosa, con el pretexto de garantizar la Salud Pública. Es decir: van a determinar qué es vida sana y qué es vida corrupta, del mismo modo que ya deciden qué es una vida útil y qué es una vida vacía. El planeta y sus recursos quedan reservados para los Elegidos, predestinados a permanecer puros e incorruptos en la Gracia de Dios.
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La Revolución Puritana (16): La Paradoja de la Pandemia


El brote de SARS COV 2 fue notificado en Wuhan el 31-12-2019. El 11 de marzo, el Director General de las OMS lo elevó oficialmente a categoría de Pandemia, tras propagarse el virus en todo el mundo y contabilizarse más de 4.000 muertes en 114 países diferentes. 8 meses después, anuncian que la supuesta vacuna contra el Coronavirus ya está lista para ser distribuida. Debe constituir algún tipo de récord.

Esto decía la OMS el 24 de febrero: “Se llama pandemia a la propagación mundial de una nueva enfermedad. Se produce una pandemia de gripe cuando surge un nuevo virus gripal que se propaga por el mundo y la mayoría de las personas no tienen inmunidad contra él. En algunos aspectos la gripe pandémica se parece a la estacional. Ambas pueden afectar a todos los grupos de edad y en la mayoría de los casos causan una afección que cede espontáneamente y va seguida de una recuperación completa sin tratamiento. Sin embargo, por lo general la mortalidad relacionada con la gripe estacional afecta sobre todo a los ancianos mientras que otros casos graves aquejan a personas que padecen una serie de enfermedades y trastornos subyacentes. Por el contrario, los casos más graves o mortales de gripe pandémica se han observado en personas más jóvenes, tanto si estaban previamente sanas como si padecían enfermedades crónicas. Esta gripe ha causado muchos más casos de neumonía vírica de lo que suele ocurrir con la gripe estacional. Tanto en el caso de la gripe estacional como de la pandémica el número de personas que enferman gravemente puede variar. Cuando se infecta una gran parte de la población, aun si es pequeño el porcentaje de los que padecen la enfermedad grave, el número total de casos graves puede ser muy elevado”.

Traducción libre: “Si sale con barbas, San Antón, y si no, la Purísima Concepción”. Si se mueren los jóvenes, gripe pandémica y si no, gripe estacional. Bendito sea Cervantes que nos legó la imperecedera anécdota. La diferencia entre una y otra es el triaje. Si enferman los jóvenes, la gripe deja fuera de los hospitales (que han pagado) a los más ancianos. Si solo mueren los viejos, es una simple gripe estacional que aqueja a enfermos con patologías previas. Parece el típico mecanismo de la profecía autocomplida.

El miedo a la Pandemia vírica precipitó el triaje. Es algo que se aprecia en las estadísticas. En los 30 días anteriores a la escenificación del 8-M y a la Declaración del Estado de Alarma, el colectivo de mujeres jóvenes muestra un exceso de mortalidad del 8% que contrasta con el resto de grupos. La mortalidad observada de los mayores de 75 años, por ejemplo, es notablemente inferior a la mortalidad esperada. Un 6%.

Nos enfrentamos a una extraña paradoja. Para que exista pandemia, tal y como la define la OMS, el virus debe originar un extenso contagio y enfermar a personas sanas. Es condición sine qua non.. Pero: ¿qué ocurre si la naturaleza del contagio no se refleja en las estadísticas? De los 60 millones de contagios y 1,4 millones de defunciones que el Instituto Johns Hopkins ha censado en todo el mundo, el Coronavirus ha matado a 120.000 “jóvenes” menores de 65 años. Esa cifra representa una tasa de mortalidad de 1,5/100.000 cuando la gripe estacional alcanza para ese colectivo una tasa de letalidad relativa de 1/100.000.

La paradoja se puede formular en los siguientes términos. Para poder ser considerado como gripe pandémica, el contagio debe ser una causa exógena y específica de mortalidad. No es suficiente que el virus agrave las patologías previas y precipite el deceso de los organismos más débiles. Pero: ¿cómo puede un mismo vector ser al tiempo causa exógena y endógena de letalidad?

Lo más lógico es pensar que una gripe tan virulenta como esta, que ha barrido las residencias de ancianos y llenado los hospitales, ha afectado por igual a toda la población (factor exógeno). Pero la realidad es tozuda y nos muestra un mapa mundi en el que el 75% de las víctimas vivían en regiones católicas. Más asombroso y extraordinario, si cabe, es que la estadística específica por sexo y edad revele que no ha variado nada la proporción de muertes que existía antes del contagio. Ni por sexo, ni por edad. Pero, si la causa es exógena: ¿cómo es posible que mueran dos hombres jóvenes por cada mujer, y que un millón de muertes después, sigan falleciendo en la misma proporción?

Las dudas que algunos científicos italianos plantean sobre la validez de los tests PCR pueden arrojar algo de más luz en este debate. Las autoridades sanitarias europeas modificaron con gran opacidad la técnica para medir los contagios. Revela el Doctor Scoglio que “desde el 04/02/2020, de acuerdo con el centro de coordinación nacional, la detección de incluso un solo (de los tres) gen diana del SARS-CoV-2 se interpreta como una prueba POSITIVA”. La denuncia detalla el fraude pero no especula con el verdadero objetivo de inflar las estadísticas. Al margen de otras consideraciones políticas ya evidentes, la estrategia buscaba PROLONGAR el pánico sanitario de un modo artificial. Al desdibujar la frontera entre lo que es gripe pandémica y estacional, cualquier catarro sirve para alimentar un estado de emergencia mundial y evita investigar el resto de factores endógenos que están elevando la tasa de mortalidad.

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La Revolución Puritana (15): La estrategia del placebo


Hay una clase de títeres y mercenarios que abunda en África y América Latina. Corruptos y populistas, siempre al servicio del Imperio de la Triple A. De un tiempo a esta parte, los puritanos también han colonizado el Sur de Europa. Ya no se libra ni Francia. Cuando colocan en el poder a gentes como Tsipras, Monti o Macron es para tutelar sus políticas a corto y medio plazo sin que se note demasiado. Pero cuando los candidatos resultan grotescos o maléficos, es que desean añadir una dosis de humillación nacional. Quieren que se note la servidumbre.

En el fondo, es casi una suerte para los analistas. Son predecibles. Desde que colocaron a Zapatero en La Moncloa, la hoja de ruta de la política española es transparente. No tiene mayor ciencia interpretar a los distintos personajes del Guiñol. Como escribimos hace un tiempo, el Diablo y la Bruja Malvada son los preferidos de los niños. Siempre hay alguno que se asusta de verdad, pero al resto les gusta gritar de miedo. Podría decirse que Pablo Iglesias y Pedro Sánchez conocen su papel a la perfección: le han tomado la medida al escenario y a los espectadores.Su juego es mediocre pero transparente.

Un político tan maléfico y corrupto como Pedro Sánchez, que se ha caracterizado desde el principio de la Crisis Sanitaria por seguir las instrucciones al pie de la letra, plantea un serio dilema cuando anuncia su intención de vacunar a toda la población española. O está completamente loco, o está delatando la verdadera estrategia de los puritanos. Puede formularse en los siguientes términos: ¿Qué político en su sano juicio asumiría el riesgo, por pequeño que sea, de administrar una vacuna no testada y de provocar una hecatombe en la población? Una cosa es sacar 50000 féretros de los geriátricos por la puerta de atrás, como hicieron en marzo, y otra muy diferente tener que recoger un millón de cadáveres por las calles.

Si no está loco, y solo es corrupto títere bananero, entonces nuestro político evidencia que ha recibido información e instrucciones estratégicas. La vacunación forzosa de toda la población de la UE, para la que Alemania y Francia han adecuado su legislación en 2018, implica que la vacuna es relativamente inocua y el riesgo asumible. Pero: ¿Cómo podrían saberlo a priori? La única respuesta posible es que no existe una vacuna específica contra el virus SARS COV 2. Todo el mundo conoce el famoso tratamiento de la gripe: 7 días si toman antibióticos o una semana con Paracetamol.

Todo parece indicar que si un político de la calaña de Pedro Sánchez sale en la tele con bombo y platillo a anunciar una campaña de vacunación masiva es que le han hecho creer que nos van a recetar Paracetamol en forma de supositorio. ¿Qué persona va a distinguir una vacuna contra el coronavirus de una simple vacuna de la gripe?

La estrategia del placebo, que China y Rusia han implementado con gran éxito, ha obligado a los puritanos a cambiar el paso. De repente, sus laboratorios ya no necesitan aislar el virus y testar la vacuna durante años. Sus fábricas ya no necesitan años para producir y distribuir millones de dosis. Pzifer y otros laboratorios anuncian una vacuna en noviembre y en enero Pedro Sánchez ya está preparado para vacunar a 50 millones de españoles. Ahí es nada.
Pero, en realidad, la idea no es poner fin a la Pandemia. Es solo un punto y seguido en la Estrategia de Control Social. El Derecho de Injerencia Humanitaria, La Colonización Digital, la Globalización Mercantil y ahora la Intervención Sanitaria son solo las primeras etapas de la Hoja de Ruta de la Revolución Puritana. El Gran Reseteo Mundial, con el que nos amenazan, es un concepto que acuñó el “filósofo” Joseph Goebbels en los años 20. Un Nuevo Orden Totalitario para contener el avance de países como China o India.

La Deflación Monetaria, la Libertad de Movimiento y el Turismo de Masas han sido el dulce caramelo que envolvía la pastilla. Desde hace 30 años, la tan ansiada normalidad que lloran los marxistas desconsolados era la Globalización disfrazada de Reino de Jauja. ¿Qué no tenían dinero? Lo podían pedir prestado y no devolverlo. Pero han sonado ya las 12 campanadas de medianoche. Los ricos volverán a ser ricos de verdad y los pobres solo podrán viajar si tienen salvoconducto. Con una mano delante y otras detrás.

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La Revolución Puritana (14): ¿De qué género es el Coronavirus?


¿El virus SARS COV 2 es masculino o femenino? Determinar el género de la Pandemia no es ninguna frivolidad: ¡no hay Coronavirus bastante para tantas muertes en exceso como se están registrando en las distintas regiones católicas del planeta! Sirva una anécdota.

Hace años, con la pintura del Euro aún fresca, le dió a la izquierda española por empezar a corear algunos mantras. Capitaneada por un grupo de ex alumnos de Luis Angel Rojo, recibió el encargo de sabotear el sector constructor e inmobiliario en España. Con la ayuda de los aberchalados vascos e independentistas catalanes, se empleó a fondo en las recién estrenadas RRSS. Aunque ahora firmen diatribas contra el anonimato y la libertad en Internet, jugaron un papel importante en el sabotaje de la economía española. En aquellas refriegas dialécticas, acuñé la expresión ¡No hay piso para tanto pufo! para mostrar todas sus incongruencias. La deuda atribuida a la supuesta burbuja inmobiliaria superaba con creces la venta de todas las existencias. Promotoras y entidades financieras no tenían pisos suficientes para justificar el el monto de la deuda. Toda la obra nueva a precio de mercado desde 1996 no alcanza para justificar el dinero desaparecido de las Cajas de Ahorro.

Parece que se repite la Historia. El exceso de muertes verificado desde octubre de 2019 por el Servicio de Vigilancia de la Mortalidad Diaria del ISCIII triplica las 42.619 muertes que reconoce oficialmente el Gobierno. ¿Cómo es posible ese milagro? ¿De qué mal se ha muerto el resto de afectados?

Desde el mes de enero, en INLUCRO intuímos no pocas piezas del puzzle y correlaciones extrañas, pero pasamos por alto la determinante cuestión del género. Fue un error porque dicho enfoque aporta mucha información adicional sobre la crisis sanitaria que estamos padeciendo. Conocer si afecta más a los hombres o a las mujeres arroja luz sobre la verdadera naturaleza de la Pandemia.

Lo primero es evitar el sesgo de la edad. Nadie ignora que las mujeres gozan de una mayor esperanza de vida que los hombres, con lo que resulta tentador justificar de esa guisa una mayor mortalidad a edades avanzadas. Simplificando el trazo, puede afirmarse que en España morían cada día 100 varones jóvenes y 50 mujeres de menos de 65 años. Las causas de su defunción temprana son relativamente parecidas.

Si analizamos un periodo de 500 días, antes, durante y después del pico de mortalidad registrado en marzo, podemos observar cosas realmente sorprendentes que han pasado completamente desapercibidas. La perspectiva de género no ha interesado a las Comisarias del feminismo ni a sus terminales en los medios de comunicación. Lo resumimos en una sencilla tabla.

Incidencia del Coronavirus en la mortalidad diaria por sexo

 

  Antes

(23/7 – 23/2)
Durante

(23/2 – 23/4)
Después

(23/4 al 23/11)
Periodo total
Mujeres 48,6 (9,4%) 63,4 (7,2%) 54,9 (9,8%) 53 (9,2%)
Hombres 98 (18,1%) 126 (13,6%) 106,6 (18,6%) 103,9(17,4%)
Total 146,6(13,8%) 189,4(10,5%) 161,5,2(14,3%) 156,9(13,4%)

Consultar: Tableau Carlos Iglesias y MoMo (ISCIII)

La pregunta es sencilla y directa: ¿Dónde está el dinero? La Deuda que achacan a la Burbuja supera con creces la venta a precio máximo de mercado de todas las existencias. Traducción: el MoMo registra un exceso de 13.000 muertes que no se corresponde con las escasas 6.000 muertes oficiales por Coronavirus que reconoce el Ministerio de Sanidad. ¿De qué clase de susto ha muerto el resto de personas jóvenes?

En realidad, lo que estamos analizando es una paradoja. Y, como suele ocurrir en estos casos, lo urgente no nos deja ver lo importante. Si restamos del calendario el periodo que corresponde al pico de muertes en marzo, lo que vemos es que fallecen, de media, 51 mujeres y 101 varones. Significa que algo parecido a una “mala gripe” ha provocado 11.500 bajas en un colectivo relativamente joven y sano de más de 36 millones de personas.

La paradoja no es que Sanidad, el Gobierno y la Prensa oculten una de cada dos muertos, para sacarlos del armario cuando les conviene justificar el Estado de Alarma. Eso se entiende con facilidad desde la óptica de la Dictadura Marxista. La paradoja asombrosa es que la proclamada pandemia de la OMS no altera la proporción de defunciones entre hembras y varones. Antes, durante y después, por cada mujer mueren dos hombres. La pregunta fundamental es: ¿Cómo resulta eso posible?

Al esquivar el sesgo de la edad, eligiendo a la población menor de 65 años, evitamos las explicaciones simplonas que los puritanos usan como trampantojo. Si hay pandemia vírica, más o menos letal, es porque necesariamente hay contagio vírico. De modo que es preciso explicar, de forma sencilla y coherente, cómo puede un virus sobrevenido mantener el status quo previo. La paradoja del género es que si un virus completamente letal mata por igual a hombres y mujeres, y un virus completamente inocuo no les afecta, por definición la propia existencia de una pandemia relativamente letal implica que se modifique la proporción de muertos de cada sexo. Y, dicho al revés: la única forma racional de que no cambie la relación de muertos por sexo es que el virus sea completamente inocuo. Es decir: que no exista contagio, ni necesidad de vacunarse. ¿De qué va a servirse vacunarse si el virus no afecta en NINGÚN CASO a las personas sanas?

Ejemplo del impacto de SARS COV 2 en la población femenina de menos de 65 años. En Valencia, desde 2018:

Pandemia

Ninguno.

© Belge

P.S  A petición de Arnelas

Incidencia del Coronavirus en la mortalidad diaria por sexo de mayores de 75 años

 

  Antes

(23/7 – 23/2)
Durante

(23/2 – 23/4)
Después

(23/4 al 23/11)
Periodo total
Mujeres 420,4 (81%) 746,2 (84,4%) 447,8 (80,6%) 467,6(81,5%)
Hombres 346,4(63,8%) 639,8 (69,2%) 362,7 (63,4%) 385,7(64,7%)
Total 766,8(72,3%) 1385,9(76,7%) 810,5,2(71,9%) 853,3(72,9%)

 Del 24 de abril al 23 de junio,  fallecieron confinados 762,3 ancianos al día. 427,9 abuelas y 334,4 abuelos.

En el mismo periodo de 2019, fallecían 732,4 abuelos. 399.5 mujeres y 333 hombres. Y en 2018,  algo menos.  393,5 ancianas y 329 varones.