¿Se creó el Mecanismo Único de Resolución para provocar quiebras bancarias?


De todos es sabido que la negativa del Reino Unido a asumir los postulados y mecanismos de la Unión Bancaria diseñados por el Bundesbank alemán llevó al gobierno de Londres  a impulsar el BREXIT para salir de la UE.  A la luz de los acontecimientos recientes, y de la nocturna y alevosa quiebra del Banco Popular, parece que son los políticos británicos los únicos que han advertido el peligro que entraña el Mecanismo Único de Resolución para la estabilidad del sistema financiero.

La Unión Monetaria Alemana y su secuela, la Unión Bancaria, han puesto contra las cuerdas a casi todas las entidades financieras en España e Italia y acaba de provocar la quiebra directa del que fue durante una década el mejor banco del mundo: el Popular. ¿Cómo es posible? Si en España existiera una mínima lealtad de los políticos, empresarios y periodistas con los ciudadanos a los que dicen representar, en este momento se estaría constituyendo una Comisión Nacional para determinar cómo la Unión Bancaria está hipotecando la soberanía, solvencia y equilibrios fundamentales del sistema financiero español.

Estalló la crisis subprime el 26 de febrero de 2007, quebraron grandes gestoras americanas de Fondos y llegó el tsunami a Europa  el 8 de agosto, con la suspensión de pagos encubierta del BNP Paribas y del Deutsche Bank. ( https://es.wikipedia.org/wiki/Crisis_de_las_hipotecas_subprime  ) Es entonces cuando los grandes bancos alemanes, británicos, franceses y suizos se ponen de acuerdo para manipular el Euribor a la baja y evitar la subida de tipos en el mercado interbancario.  La gran víctima de aquella conspiración, por la que diversas entidades europeas han sido condenadas con multas ridículas, fue el sistema financiero español.  Al ser dinamitado el mercado interbancario por el Bundesbank, se vio obligado a pasar por la Ventanilla del Banco central Europeo. Todo el exceso de tesorería bancaria en España sirvió para reflotar in extremis todos los bancos franceses y alemanes.

Quiebras bancarias fraudulentas

La falta de lealtad institucional de los socios que tiene España en la Unión Europea se pone de manifiesto con la tremenda campaña de descrédito e insidias que lanzan contra los PIGS católicos. El cerdo es un tótem religioso y cultural, y no es casualidad que aparezca en la prensa salmón británica y alemana ya en al año 2006. Quién escribe estas líneas fue el único analista que alertó y explicó lo que implicaba esa campaña de suspicacia. Resultó ser un instrumento decisivo para provocar el fuerte incremento de la Prima de Riesgo y fracturar el mercado de la liquidez en Europa.  Mientras unos países manipulaban el Euribor para financiar sus empresas y presupuestos a tipo 0, los países del Sur se vieron obligados a financiarse por encima del 5%.  Los bancos y cajas de ahorro con sede en España trasladaron ese diferencial a sus clientes, en forma de cláusula suelo.

La crisis de los PIGS  provocada por la manipulación del Euribor y la subida de las Primas de Riesgo tiene su momento álgido con el Rescate de Grecia y la quiebra que se deriva en los bancos de Chipre. Miles de inversores griegos y rusos se ven arruinados por la decisión de Alemania de dar un escarmiento religioso (Teoría del Castigo Moral) a sus enemigos. De aquellas pintorescas teorías económicas, morales y financieras del Bundesbank resultó que los depositantes, bonistas  y accionistas debían perder su dinero como justo castigo por confiar sus ahorros a Bancos del Sur de Europa en lugar de mandarlos a Alemania o Suiza.  Fue amagar con el apocalipsis financiero para que los PIGS claudicaran y aceptaran, como mal menor, la Quita a los accionistas y bonistas, y una garantía teórica de 100.000 euros por depositante.

En buena lógica, las nuevas condiciones impuestas a las entidades financieras por el Bundesbank hace que el negocio bancario tradicional en el Sur de Europa sea completamente inviable y malsano.  Un Banco como el Popular, con miles de oficinas de proximidad y 12.000 empleados, necesita intermediar un mínimo de 150.000 millones de euros para cubrir los costes más básicos de su Red Comercial. Con un Euribor artificialmente bajo y una recesión de caballo que afecta a las empresas y dispara la morosidad, es la tormenta perfecta. Los márgenes se hunden y los clientes dividen sus depósitos entre varias entidades, porque Alemania juega a meter miedo e impide que los Estados puedan garantizar los depósitos de sus ciudadanos.  Si a eso añadimos, los vaivenes de unas Normas Contables Internacionales cada vez más delirantes, que han pasado de exigir la expansión de los balances a reclamar que se provisionen al 100% las inversiones menos líquidas, tenemos un esbozo bastante realista de la situación inestable en la que ha quedado el sistema financiero español.

Mención aparte merece el delirante Mecanismo Único de Resolución. ( https://es.wikipedia.org/wiki/Mecanismo_%C3%9Anico_de_Resoluci%C3%B3n  )  Resulta asombroso que un técnico (¿becario?) de Deloitte  consiga auditar en una sola noche un agujero (déficit de provisiones)  de entre 2.000 y 8.000 millones de euros (apréciese la divertida ironía de Manuel Conthe en su blog al mencionar este rango)  que compromete la solvencia y viabilidad del Banco Popular, cuando los mejores contables de 5 grandes bancos y del BCE se han pasado meses analizando sus cuentas sin detectar nada que no sea obvio. A saber: es obvio que el miedo adelgaza los depósitos, y que un banco señalado por el MUR no tiene ninguna opción de evitar la liquidación. En el mejor de los casos, tras el precedente creado con el Banco Popular, una entidad financiera señalada y chantajeada, se dejara comprar muy por debajo de su valor.

A la vista de estos hechos objetivos e innegables,  la banca del futuro inmediato pasa por dejar de cotizar en bolsa y dejar de prestar dinero  a los ciudadanos y empresarios menos solventes o con mayor riesgo.  Es una banca de servicios y protección patrimonial para quienes puedan pagarla.

(c) Belge 14/06/2017

No hay pisos para tanto pufo


Con la alevosa y nocturna quiebra del Banco Popular, se vuelve a poner de actualidad la expresión que inventamos hace una década para intentar visualizar como el sistema financiero español estaba magnificando los problemas del sector inmobiliario para justificar y ocultar sus pecados.

Los números cantan. El saldo que importa la suma de todas las hipotecas concedidas en España no supera, en estos momentos, los 600.000 millones de euros.  En el pico de la demanda inmobiliaria, la hipoteca media que se firma ante notario llega a rozar los 156.000 euros. Corresponde a la promoción de 4 millones de pisos construidos y entregados entre 1997 y 2007.  Datos y hechos objetivos.

Las cajas de ahorro coparon el 55% del negocio inmobiliario en España, concediendo créditos al promotor e hipotecas con mayor facilidad que los bancos.  Esa es la razón por la que la crisis subprime que estalla en EEUU y en Alemania se contagia primero a unas entidades financieras que carecen de capital social y no responden de su mala gestión ante ningún accionista.

Cuando los políticos y directivos empotrados en bancos y cajas empezaron en 2008 a filtrar a la Prensa que el sistema financiero español acumulaba 300.000 millones en activos tóxicos, ya era evidente que mentían e intentaban engordar el pufo inmobiliario. 300.000 millones de euros correspondían a la promoción y venta de 2 millones de hipotecas, un hecho materialmente imposible.  Suponiendo – y es mucho suponer – que el 60% de toda una promoción hubiera quedado en el aire, la cantidad de dinero comprometida en los balances de las entidades financieras sería el resultado de multiplicar 500.000 pisos por un importe medio de 160.000 euros. Esto es: 80.000 millones de euros.

Entre vender a la Opinión Pública que el sistema financiero tiene un pufo de 300.000 millones en activos inmobiliarios tóxicos, o contabilizar 80.000 millones de euros, hay una diferencial notable, y no solo cuantitativa.  El 40% de 80.000 millones de euros son unos 30.000 millones de euros en provisiones, a repartir entre 45 cajas y una docena de bancos, no 130.000 millones de euros.

En sus mejores momentos, el Banco Popular tenía una cuota de mercado en el sector financiero del 15-20%. Es de suponer lógicamente que su parte de “pufo inmobiliario” estaba en esa proporción. El 15% de 30.000 millones de euros es una cantidad máxima de 4.500 millones de euros, y el 20% de 130.000 son 26.000 millones de euros. Entre una y otra magnitud, hay un mundo de diferencia.  Tanta, que para justificarla, el Popular habría tenido que tener en su cartera el equivalente a 100.000 millones de euros. La friolera de 600.000 pisos.

Desde que documentamos como una hipoteca AAA de la antigua CatalunyaCaixa era catalogada y vendida como “tóxica” a un Fondo Americano, con un 70% de descuento sobre el valor de tasación original de la finca,  es imperativo someter a cuarentena los balances que publican los los bancos para sus justificar movimientos accionariales y estratégicos.  La cifra que ha servido de pretexto para que el BCE y el FROB le apliquen el MUR al Banco Popular es sencillamente increíble. Desde que Ángel Ron impulsa el agresivo Plan Suma en 2006, el Popular no ha podido intermediar más de 100.000 pisos, con un valor de mercado de unos 25.000 millones.

En el conjunto del país,  las pérdidas que han ocasionado los 500.000 pisos que se dejaron de construir o se retrasaron suponen una perdida de 30.000 millones de euros, nunca 300.000 millones.  El resto del dinero desaparecido, por el procedimiento que sea, difícilmente se puede achacar a una supuesta burbuja inmobiliaria o a las dificultades financieras de las Promotoras y Constructoras.

 

¿Qué causó la Quiebra del Banco Popular?


 

En bolsa, hay unos pocos principios que no conviene olvidar nunca. Son las pequeñas reglas del manual de supervivencia. La principal causa del 99% de los problemas financieros de los pequeños inversores, de las pequeñas empresas y de los pequeños países es la codicia. Nubla el juicio de las personas más sensatas y no existe antídoto eficaz. El truco, que contaba Homero en la Odisea, sigue siendo válido 3.000 años después: para resistir los cantos de sirena hay que taparse los oídos y atarse al mástil.

Intentar coger al vuelo un cuchillo que se cae es un acto reflejo. Puede salir bien alguna vez, pero en el resto de ocasiones, el inversor sufrirá severos cortes. Una empresa cuya cotización tiende a cero no ha llegado a esa circunstancia de la noche a la mañana, ni por la caída accidental de un meteorito. A los niños en Bruselas, nos explicaban que la buena gestión es paciente y pausada, pero que la mala gestión llega de repente. “Il faut 30 ans à un arbre pour pousser et 10 minutes à un imbecil pour le couper”.  Se necesitan 30 años para ver crecer un árbol pero solo 10 minutos para talarlo.

Quiebra

Ángel Ron y Emilio Saracho han conseguido talar un árbol frondoso, que tenía casi 100 años de vida.  Conviene recordar algunos hechos, sin repetir lo que ya se ha publicado.  Unos pocos enlaces bastan para resumir la trayectoria del Banco Popular desde el año 2004. https://inlucro.org/la-crisis-del-banco-popular/

Las hemerotecas encierran verdaderos tesoros ocultos,  valiosas piezas de un puzle complejo.  https://inlucro.org/la-dichosa-hemeroteca/  Fue asombroso descubrir cómo salió Luis Valls y analizar o intuir las causas.  Pero también sirven para algo más prosaico, como recordar el famoso Plan Suma, y la codicia de unos directivos que soñaban con presentar un crecimiento de los beneficios de doble dígito. Y desde aquí sirvan estas líneas de homenaje a Don Victoriano, que volvió de aquella reunión echando humo, sin ahorrar una sola crítica a lo que consideraba un tremendo disparate.

Quiebra Banco Popular

En 2008, el Banco Popular ya era una entidad en crisis. Y aporto mi propio testimonio, directo, de cómo la Entidad había intentado venderme unos estructurados y unas participaciones preferentes al 6%. Tuve que hacerles ver a varios directores e interventores con los que tomaba café habitualmente del riesgo que suponía para sus clientes, dado el delicado momento que atravesaba el Banco y lo que se estaba negociando en Bruselas, más o menos en secreto.  No les cabía en la cabeza que el Popu pudiera dar “pérdidas”, dejando “colgados” a sus clientes.

Entre 2008 y 2013, el Banco Popular que dirigía Ángel Ron se empleó a fondo para captar “recursos”, como el más “pasivero” de los bancos.  Participaciones preferentes, varias emisiones de convertibles ruinosos, colocación de peligrosos pagarés y una ampliación de capital que tuvo en vilo a toda su red comercial durante casi 2 meses.  .   https://inlucro.org/la-nefasta-gestion-del-popular-desde-2007/

 

La primera ampliación de capital fue solo un parche, que permitió a los accionistas especular con el valor durante más de un año hasta duplicar el dinero invertido.  El contrasplit facilitó que los grandes accionistas pudieran prestar sus títulos a los Fondos Buitres. Como decía en su día Carlos Arenillas: el accionista que presta sus títulos para que un tercero los venda tiene muy claro que el valor caerá. Y de nuevo, mi propio testimonio.  En diciembre de 2015, era un cliente enojado que explicaba a quién le quería escuchar que el Popular se vería abocado a acometer una segunda ampliación de capital antes de 6 meses.  Y así fue.   https://inlucro.org/el-popular-amplia-capital/

Quiebra

La siempre intuida y deseada fusión con La Caixa, que parecía anunciar la campaña de publicidad con Pau Gasol, no dejó de ser un sueño del que el Banco Popular tuvo que despertar de un modo abrupto.  El equipo de Ángel Ron ya buscaba una fusión bancaria desesperadamente y estaba llamando a las puertas del Santander, del BBVA y del Banco Sabadell.  Nunca conoceremos el motivo por el que fracasó esta última operación   https://inlucro.org/la-fusion-popular-sabadell-esta-muy-avanzada/ , aunque cabe sospechar que el retraso que provocó el diabólico calendario electoral del año 2016 tuvo algo que ver en el portazo de algunos accionistas destacados.

La salida de Ángel Ron fue el principio del fin. Para no crear situaciones de alarma innecesaria, nos abstuvimos de publicar ningún análisis sobre la situación de quiebra creada y lo que iba ocurrir en pocos meses.  Hay dos clases de periodismo económico: el que provoca la alarma con la excusa de informar, y el que analiza la realidad e intenta prevenir a sus lectores.  Durante meses, los mercenarios de la Prensa fueron dejando muchos rastros, hasta que finalmente la situación llegó a un punto de no retorno y tuvimos la imperativa obligación moral y profesional de prevenir a nuestros lectores, amigos y usuarios

Sigue leyendo →

Banco Popular e IRPF.


Actualizado a 28.03.2018

El día 7 de junio de 2017 realicé una primera redacción de este primer artículo, la confusión era mucha y los errores bastantes, lo que me llevó a una primera revisión el día 8 de junio, una vez conocidos los detalles de las actuaciones del FROB. Ahora, 28 de marzo, redacto un nuevo mensaje, sin variar casi nada, pero dándolo una mayor practicidad. He optado por mantener, en la zona inferior, todo el mensaje redactado el día 8, por si alguno quiere ver que nada ha cambiado. También he optado por mantener los comentarios existentes hasta el día de hoy, no porque aporten algo al redactado actual, sino como memoria viva de haberse comentado aquí todas las novedades al poco de conocerse.

Las actuaciones realizadas por la Resolución de 7 de junio de 2017 del FROB (publicada en el BOE del 30 de junio) fueron:

  1. Reducción del capital social a cero euros mediante la amortización de las acciones en circulación hasta el 6 de junio de 2017.

Fiscalmente, todas las personas físicas que fueran accionistas hasta esa fecha, 6 de junio de 2017, tendrán que declarar en el IRPF de 2017 una pérdida patrimonial, que coincidirá con el valor de adquisición de las acciones que mantenían en cartera. Esta pérdida se considera igual que cualquier otra pérdida por transmisión, a integrar en la base del ahorro. En valor de transmisión pondremos cero, y en valor de adquisición el que cada uno tenga. Las casillas a emplear son la 308 y siguientes.

  1. Ejecución de una primera ampliación de capital social, por importe de 1.346.542.000 euros, emitiendo nuevas acciones de valor nominal 1 euro, con el objetivo de canjear la totalidad de los instrumentos de capital adicional de nivel 1 (obligaciones, bonos y participaciones preferentes).
  1. Nueva reducción del capital social a cero euros mediante la amortización de las acciones suscritas en la actuación segunda anterior.

Fiscalmente, los obligacionistas poseedores de los instrumentos de nivel 1 citados en el punto 2, a 6 de junio de 2017, tienen un rendimiento de capital mobiliario negativo derivado de la transmisión de activos financieros, por la diferencia entre el valor de transmisión, que es cero euros, menos el valor de adquisición de los títulos, a integrar en la base del ahorro. Las casillas a emplear son la 029 para las obligaciones y los bonos y la 032 para las participaciones preferentes.

  1. Ejecución de una segunda ampliación de capital, por importe de 684.024.000 euros, emitiendo nuevas acciones de valor nominal 1 euro, con el objetivo de convertir la totalidad de los instrumentos de capital de nivel 2 (deuda subordinada, emisiones no cotizadas). Posteriormente todas estas acciones nuevas son vendidas al Banco de Santander por un importe global de 1 euro.

Fiscalmente, los obligacionistas poseedores de los instrumentos de nivel 2 a 6 de junio de 2017, tienen un rendimiento de capital mobiliario negativo derivado de la transmisión de activos financieros, por la diferencia entre el valor de transmisión, que es cero euros, menos el valor de adquisición de los títulos, a integrar en la base del ahorro. Las casillas a emplear son la 029 para emisiones no cotizadas y la 032 para la deuda subordinada.

 

 

 

Con fecha 12 de septiembre de 2017 el Banco de Santander emite una OPV para los afectados por las actuaciones del FROB, ofreciéndoles la posibilidad de adquirir, sin desembolso alguno, los denominados Bonos de Fidelización, por un importe equivalente a la inversión en acciones o en determinadas obligaciones subordinadas de Banco Popular, todo ello a cambio de renunciar al ejercicio de acciones o reclamaciones legales contra las sociedades del Grupo Santander. La valoración de los Bonos de Fidelización se sitúa en el 70% de su valor nominal. La entrega se hizo el 15 de diciembre de 2017 y, por tanto, tiene repercusión en la declaración de este citado año.

Fiscalmente se ha venido especulando mucho con esta entrega, incluso se comentó por algún experto que debería de tributar en el Impuesto de Donaciones, si bien esta opción no tiene mucho sentido, al no existir un “animus donandi”, la entrega no es una pura liberalidad de Banco de Santander, sino que se hace a cambio de algo. Finalmente es la Dirección General de Tributos la que nos aclara la tributación, que cambia dependiendo de si los aceptantes eran accionistas o eran obligacionistas.

Los accionistas que hayan aceptado los Bonos de Fidelización tienen una ganancia patrimonial por el valor de mercado de las nuevas obligaciones recibidas, el 70% de su valor nominal, a integrar en la base del ahorro, y que les permite compensar la pérdida por la amortización de sus acciones. La casilla a utilizar es la 372. Según vayan percibiendo los intereses de los Bonos tendrán un rendimiento de capital mobiliario y cuando los vendan o los amorticen tendrán otro rendimiento de capital mobiliario por diferencia entre el precio de venta o de amortización menos el valor de mercado señalado antes (el 70% de su valor nominal).

Los obligacionistas que hayan aceptado los Bonos de Fidelización tienen un rendimiento de capital mobiliario positivo por el valor de mercado de los bonos recibidos, el 70% de su valor nominal, rendimiento sometido a ingreso a cuenta que les ha sido repercutido y que se integra en la base del ahorro, compensando el rendimiento negativo por la amortización de sus anteriores títulos. La casilla a utilizar es la 029. Según vayan percibiendo los intereses de los Bonos tendrán un rendimiento de capital mobiliario y cuando los vendan o los amorticen tendrán otro rendimiento de capital mobiliario por diferencia entre el precio de venta o de amortización menos el valor de mercado ya indicado (el 70% de su valor nominal).

 

 

 

Por último, para quienes tengan sentencias pendientes. Mi opinión es que deben de ceñirse a esta fiscalidad en estos momentos y en un futuro, si las sentencias les dan la razón, ajustar las cuentas con hacienda conforme a lo dictado en la correspondiente sentencia, siempre que sea firme.

 

 

 

Fuente documental, por orden cronológico:

 

 

Redacción a 08.06.2017.

Anticipando lo que vendrá, tras una lectura del hecho relevante, creo este es el camino que se va a seguir:

Se realiza una primera reducción del capital a cero, amortizando las acciones en circulación hasta el 6 de junio de 2017. Los accionistas tendrán una pérdida patrimonial que coincidirá con el valor de adquisición de las acciones que mantenían en cartera, pérdida que debe considerarse igual que cualquier otra pérdida por transmisión, a integrar en la base del ahorro. Al respecto existe, al menos, una consulta vinculante, la V2174-16: http://petete.minhafp.gob.es/consultas/?num_consulta=V2174-16

Sigue leyendo →

Nunca formaría parte de un club que me admitiera como socio. Pero toda regla tiene su excepción.