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Periodista especializado en Economía

De la Cláusula Suelo a la Cláusula Cero


Legislar para el barbudo tuerto y cojo. Tal vez fuera Paul Krugman el primero al que le leí el símil para referirse al trabajo de lobby de los demócratas y sus trucos, cuando todavía no había recibido el Premio Nobel y abogaba por la Deflación Interna en países como España e Italia. Pensándolo bien, ya es casualidad que le otorgaran los suecos 10 millones de coronas en ese fatídico mes octubre de 2008 en que se decidió la suerte de los PIGS. A los pocos analistas que acertamos a predecir la crisis y explicar la naturaleza de los ataques, no necesitan revelarnos, hoy, como los grandes bancos manipularon la Prima de Riesgo ni confesarnos sus prestigiosos autores y valedores que la Política de Devaluación Interna fue un terrible error de cálculo.

Fueron muchos los españoles lamentables que desde los aledaños de la Avenida Diagonal en Barcelona hicieron campaña activa por deflactar, hundir y quebrar el sector inmobiliario. La batería de argumentos destinados a cebar la envidia, la frustración y resentimiento apenas necesitaba disfraz racional en los distintos foros de Internet. A activistas como Ada Colau o Pablo Iglesias, por citar a los pastores más celebrados del rebaño, les bastaba el anonimato de la incipiente Red Social Cibernética. Nunca le daremos suficientemente las gracias a García Montalvo por delatar a sus correligionarios.

España seguía teniendo superávit fiscal y un bajo endeudamiento relativo cuando gentes como Ada Colau, vestidas con leotardos de super héroes anglosajones, empezaron a gritarle a la Opinión Pública que la Cláusula Suelo era muy mala, un verdadero atraco. Periodistas poco escrupulosos no dudaban en propagar bulos inmobiliarios en todos medios, y lo siguieron haciendo aún reconvenidos e informados. Para alimentar al Monstruo, llegaron a decir – sin rubor – que en España se producían 500.000 desahucios al año.  https://inlucro.org/damnificados-por-la-dacion-en-pago-el-drama-2/

En 2007, en plena crisis subprime, fueron menos de 25.000 las ejecuciones hipotecarias, incluyendo locales, segundas residencias e inquilinos morosos. EEUU superaba, entonces, los 100.000 desahucios…¡al mes! Pero empezaron a contarnos, con sobredosis de tinta en los periódicos, que la legislación de EEUU era una garantía para los deudores hipotecarios: Allí, los felices propietarios hipotecados no tenían cláusula suelo y los que perdían su casa estaban protegidos por la Dación en Pago. Fue un paciente trabajo de lobby que siempre ocultó los motivos por los que en España muchos bancos y cajas se vieron obligados a aplicar un “suelo” al tipo de interés ofertado. Les debía parecer tan normal que las entidades financieras en España prestaran clientes con pocos recursos a Euribor + 0,25%, cuando ellas mismas se veían obligadas a afrontar una Prima de Riesgo habitual de 2 o 300 puntos básicos. Para Ada Colau, Pablo Iglesias y demás sapos y serpientes del Fondo de Reptiles, lo normal es que un Banco se endeude en los mercados internacionales al 4% o más para luego concederles a trabajadores precarios y clientes insolventes abultadas hipotecas con diferenciales de 0,25%.

El tema era tan escandalosamente llamativo en aquellos años que abundaban las contradicciones más obvias. ¿Cómo podían estigmatizar la figura jurídica de la cláusula suelo que seguía permitiendo el acceso a la financiación hipotecaria, en plena crisis, de los segmentos más vulnerables de la economía? El ruido mediático y el trueno moral eran el cómodo burladero desde el que lancear al morlaco. Los activistas a sueldo que perseguían con ahínco la quiebra del sector inmobiliario y el cambio de la Ley Hipotecaria en España eran inmune a cualquier razonamiento cabal. La lógica del odio requiere decibelio y potentes altavoces.

Entre enero y marzo de 2015, aparecieron artículos que daban a entender que las entidades financieras no podían pagar intereses negativos en préstamos hipotecario, por indicación del Banco de España. El periódico citaba fuentes consultadas de Barclays y de La Caixa.  Me pareció extraño e hice mis propias consultas. El Tribunal de Luxemburgo acababa de fallar en julio contra la Ley Hipotecaria en nuestro país “por discriminar a los desahuciados” y me salía de ojo, en ese contexto, que pudiera resultar perjudicial que se cumpliera un contrato firmado en unos términos beneficiosos para el cliente.

A las pocas semanas, fuentes de una entidad me llamaron para confirmarme un supuesto que les había planteado. Comprobé personalmente que el cliente del contrato firmado cobraba 2800 euros en concepto de intereses. Lo publiqué en INVERTIA, a pesar de la envidia y los celos profesionales que despertó tamaña exclusiva. Lejos de corroborarse lo que se estaba publicando en los periódicos, demostré que en España ya hacía meses que se estaban pagando intereses a algunos propietarios hipotecados. Mi exclusiva la fusiló sin miramientos un medio tan prestigioso como The Wall Street Journal  (https://www.wsj.com/articles/as-interest-benchmarks-go-negative-banks-may-have-to-pay-borrowers-1428939338?mod=e2tw) , sin molestarse ni siquiera en ocultar los datos de la hipoteca.

Escribí un par de artículos para explicar que en España varios colectivos bonificados ya estaban cobrando intereses negativos en sus pólizas y analizar lo que estaba en juego y lo que ocultaban aquellas maniobras en la oscuridad para “satanizar” la vigente Ley Hipotecaria. ¿Si tan mala era como es que facilitaba crédito barato a los pobres a pesar de una Prima de Riesgo de más de 500 puntos y cómo es que permitía a muchos propietarios cobrar por sus deudas en lugar de tener que pagar intereses?

El Proyecto de Ley reguladora de los contratos de crédito inmobiliario

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La estrategia de Pablo Iglesias para el 28 de abril


Toca hablar de política. O más bien de ajedrez.  Las bolsas y los mercados, intervenidos hasta la última moneda que le dan los abuelos a sus nietos, han sido congelados, esterilizados, sometidos a deflación y comisión. Es una nueva manera de robar, que deprime y aburre a partes iguales. De modo que toca hablar de política, de esa txapela totalitaria que han colocado sobre la sociedad español y es como esos sueños pegajosos de los que no se consigue despertar.  Toca analizar las claves de este desagradable episodio de la Historia de España que nos toca vivir.

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La Quiniela de Inlucro.org


Tras la debacle del pasado miércoles, ya no se puede ocultar la evidencia ni seguir poniendo paños calientes a la cosa: la marcha de Ronaldo dejó en pelotas al Real Madrid.  El fallo fue no aprovechar la salida del astro portugués para hacer limpieza en el vestuario y deshacerse a buen precio de jugadores tan sobre valorados y apáticos como Isco, Bale o Varanne.  Ahora es demasiado tarde.

La Quiniela

Partido Pronóstico Pronóstico Resultado
Eibar Mallorca 1X 2 2
Atlético Sevilla 1X 2 X
Getafe Celta 1 X X
Osasuna Español X2 1 1
Valladolid Bilbao X2 1 2
Levante Granada 12 x X
Villarreal Leganés 1 2 2
Betis Real Madrid 2 x X
Extremadura Oviedo X 1 2
Huesca Fuenlabrada X 1 1
Numancia Racing X 1 2
Almería Deportivo X 12 1
Rayo Elche 1X 2 2
Málaga Zaragoza x2 1 2
Barcelona Sociedad 2-2 1-2 1-0

1 columna 7 reducidos. 12 euros


Lista provisional de Participantes 2020/2021

Bote + premios Participante Total Jugado 2017/18 Total Jugado 2018/2019 Total jugado 1-27
2019/2020
Sept -julio 20/21
(Primitiva)
0 Cascoporro 125 euros 116, 36 euros 78 euros 120 euros
0 Andrés 122 euros 89,38 euros 78 euros 73,2 euros
0 Tartesos 121 euros 111,36 euros 78 euros 76 euros
0 Charly 82 euros
0 Konstancio 86 euros 57,2 euros
0 Dave 82 euros
0 Kikova 126 euros
0 Sawalhas 122 euros 67, 36 euros
0 euros Belge 139 euros 119,36 euros 78 euros 185,4 euros
+ 22 euros Vincent 121 euros 116,36 euros 78 euros 185,4 euros
Libro Capodimonte 202 euros 119,36 euros 78 euros
Rafa/Victor 6 euros 7,5 euros
Santiago 79 euros
Rufi 28,33 euros 21 euros
Lechu 144 euros 119,36 euros 77 euros
Alfonso 188 euros 119,36 euros 77 euros
13 euros Club InLucro 22,5 euros 38,2 euros 8,5 euros
PREMIOS 155,73 euros 54,65 euros 491,77 euros

Múltiple de 7 números ( 7 euros )


¿Cuántos políticos profesionales viven de los Presupuestos en España?


Secretos de Estado. De las tres preguntas sin respuesta que se formula todo ciudadano contemporáneo, la que encabeza este análisis es la que más morbo tiene. ¿Cuánta gente vive de la política en España? También es la más relevante. Lo primero que hizo Pedro Sánchez al llegar a La Moncloa fue cambiar los colchones, gastando 3.466 euros, y lo segundo, irse por la noche en avión oficial al concierto que The Killers daban en Castellón. El coste del Falcon 900 de la Fuerza Aérea Española, que viajó dos veces, y del coche oficial que transportó a Sánchez y Señora del aeropuerto a Benicassim, no fue detallado. 4 vuelos Low Cost Madrid-Valencia, con coche y chófer, tendrían un coste aproximado de 100.000 euros, pero todo es interpretativo. ¿Cuánto cuesta comprar, mantener y pilotar un avión para ser usado de un modo discrecional? El aparato le costó a los contribuyentes españoles 40 millones de euros, y tanto los pilotos como los mecánicos cobran todos los meses. De modo que al recibir la extra de verano, tras dos meses en el poder y nombrar a 500 cargos de libre designación, Pedro Sánchez ya le había costado a los españoles un pico.

El número de cargos electos en España es impactante pero no es significativo. No todos los concejales cobran dinero por su actividad, ni siquiera perciben dietas. En la mayoría de los pequeños pueblos distribuidos por España, la mayoría de las personas elegidas desempeña el cargo de forma altruista o por vocación de servicio. Si añadimos cargos de confianza, personal de libre designación, funcionarios asignados y demás puestos de representación remunerados, el número se eleva oficialmente hasta los 445.000, aunque la cifra ha sido contestada varias veces por distintos expertos.

Si bajamos al detalle, son 42.000 los políticos contratados como cargos de confianza en la Administración y otros 130.000 los del libre designación colocados en empresas públicas que dependen del Estado. La administración paralela, controlada por los partidos, suma 66.000 liberados sindicales y 32.000 representantes de las distintas patronales. Por lo demás, en la interminable lista de Instituciones, Observatorios, Fundaciones, Organismos, Cámaras de comercio, Parques tecnológicos, Mancomunidades, Oficinas diplomáticas, Consejos asesores, Tribunales, Despachos de Defensores de todo lo defendible e indefendible, Embajadas, Agregadurías culturales y comerciales, Entidades de ayuda a la formación, a la gestión de fondos, Planes de Desarrollo, Consejos reguladores, Consorcios, Comisiones y Comisionados, Gestoras, Agencias nacionales e internacionales, Patronatos, Asociaciones, sin olvidar a entidades financieras y medios de comunicación, caben muchos más. Esta relación, que no es exhaustiva, y no agota la imaginación de los políticos para renombrar sin límite las Sine Cure del Imperio romano, garantiza una pedrea de generosos sueldos y dietas a otros 95.000 cargos.

Cuando el diablo se aburre, con el rabo mata moscas. En su caso, el cargo político, ocioso e improductivo, origina gasto público y fomenta un fraude administrativo de baja intensidad. Es el caldo de cultivo ideal para la corrupción política impune. Son la masa de peones y de tontos útiles que manejan los partidos políticos para sus fechorías y trapicheos presupuestarios. Sin capacidad para decir no, constituyen el verdadero nervio de una Administración paralela dedicada en cuerpo y alma a parasitar la Función Pública y desviar fondos a beneficio de la Nomenclatura.

Al dinero que perciben los políticos por tareas improductivas y prescindibles, hay que sumar las comisiones ilegales y el coste de amañar y manipular sistemáticamente los concursos de las administraciones. La desviación presupuestaria, que resulta de beneficiar a empresas afines, nunca se contabiliza como Gasto Político, por más que los Tribunales den cuenta del fraude cada vez que los políticos se pelean y denuncian entre ellos.

En una economía como la española, cada vez más dependiente de los Presupuestos Generales del Estado y de las subvenciones y ayudas encubiertas, el peso institucional de la corrupción y el volumen de gasto político son directamente proporcionales al número de políticos profesionales y aspirantes que se pueda censar. Si nos atenemos a los datos que declaran las distintas formaciones nacionales, hay en España más de 2 millones de candidatos activos. La cifra se incrementa notablemente con los activistas en el País Vasco y Cataluña.

La estructura del Gasto Político no parece muy diferente a la de cualquier modelo piramidal. En la cúspide de la misma, un cafre sin escrúpulos puede derrochar sin límite, mientras que en la base sumergida, miles de abnegados concejales dedican tiempo y dinero a ayudar a sus vecinos.

¿Cuánto nos cuesta la Casta Política?

Hace ya más de 15 años, mantuve un debate bastante ilustrativo con Kitten/Kaurismaki, una forera excepcional que escribía en Invertia. Sostenía que, con la adopción del EURO y la adhesión a la Unión Monetaria, la Casta Política ya no podía endosarle sus facturas a la economía española, como había venido haciendo con la Peseta. Yo defendía, por lo contrario, que se las endosarían a los contribuyentes. La única certeza que podíamos tener es que, con el EURO o sin él, la Casta Política iba a seguir viviendo de los Presupuestos del Estado.

Cifraba en un 30% del Gasto Público, el gasto estructural que la clase política causaba en la economía productiva para garantizar sus ingresos. El grueso de sus recursos procedían del sector constructor, vía comisiones, recalificaciones y permisos de obra. Ese impuesto “revolucionario” que sirvió durante años para financiar una administración paralela lo pagaban los propietarios, al comprar su vivienda, en concepto de “Derecho de Residencia”.

No tiene sentido facilitar datos concretos, cifras, nombres y fuentes, tras haber renunciado todos estos años a publicar varias exclusivas que ilustran en detalle el mecanismo de esa financiación. Los promotores inmobiliarios podían comprar edificabilidad y facilidad de crédito, vía permutas y pagos extraordinarios, o armarse de paciencia y construir en peores condiciones. Esa elección era suya pero condenó a miles de pequeñas constructoras a trabajar “por administración” para otras promotoras.

Cualquier cifra o magnitud será siempre orientativa. El 10% de la edificabilidad del año 2000, a valor de mercado, son de 10.000 a 20.000 euros por piso nuevo, dependiendo de lo cotizada que fuera la zona o la ciudad, pero esos 10.000 millones de euros desencadenan un gasto en cascada. Son dos ejércitos en campaña y mueven mucha intendencia.

La Pirámide del Gasto Político tiene 5 escalones. Generales, Capitanes, Sargentos, Soldados y Criados, en función del nivel de Gasto que pueden ocasionar. Sirva un ejemplo. Decisiones como la de subvencionar la Energía Fotovoltaica para beneficio de los grandes Fondos de Inversión, avaladas por Zapatero y su Ministro de Industria, le han costado a los españoles en sus recibos e impuestos, una derrama anual de más de 5.000 millones de euros.

Coronado en su cúspide por la triada de los Reyes Magos, el Estado Mayor de la Casta es el último triángulo de la Pirámide del Gasto Político . Lo conforma un selecto club de generales, que han acumulado abultados patrimonios con nóminas irrisorias. Un simple repaso a la declaración de ingresos y bienes de sus Señorías en el Congreso basta para descubrir con asombro que con sus primeros sueldos corren a comprar 3 o 4 pisos y deben fortunas a los bancos. Albert Rivera pasó de ser un pobre empleado de La Caixa en 2006 a tener como vecinos en Pozuelo a Cristiano Ronaldo y Borja Thyssen.

Los Capitanes son los que hacen todo el trabajo de dirigir y organizar. Su club no es tan selecto como el de los Generales, es meritorio. Son unos 3.000 altos cargos, que ganan más de 100.000 euros netos al año, pero con menos capacidad para comprometer Gasto Público. Su huella presupuestaria ronda los 300.000 euros al año. Son 1.000 millones.

El grupo de los Sargentos o Capataces es, probablemente, el que más destaca en los medios de comunicación. Intentan hacer mérito y dejarse ver, vendiendo burras ideológicas sin el menor pudor. Carecen de escrúpulos. En los últimos años vimos cómo el lobby catalán lanzaba una verdadera OPA hostil sobre UPyD y se llevaba en lote a todos sus Sargentos. Son 30.000 cargos de confianza, sin demasiado poder real, bastante prescindibles. Causan un gasto político no mayor a los 100.000 euros por año. Unos 3.000 millones de euros.

La soldadesca, en primera línea de fuego, son unos 300.000 pequeños cargos. Como en las huestes de antaño, viajan con armas y bagaje. Son los encargados de flanquear a la militancia para que no se desmande. Son los perros que ladran a las ovejas del rebaño y libran las primeras escaramuzas en el frente. Los reclutan por su sectarismo o fanatismo, ofreciéndoles tres comidas al día y la paguita de vacaciones. En conjunto, nos cuestan unos 15.000 millones de euros.

La base está sumergida, con 3 millones de aspirantes a vivir de la política. Constituyen el banquillo. Son los mileuristas del sistema, pero causan un Gasto cierto al conjunto de los contribuyentes y consumidores. Con ellos, la Administración Pública en España ha pasado de pagar una nómina a 1,5 millones de funcionarios de carrera a tener más de 3 millones de empleados públicos. Gasto Público en vena que ronda los 50.000 millones de euros al año.

La Pirámide del Gasto Político actual pesa más de 100.000 millones de euros al año. El impacto y la toxicidad presupuestaria de algunas decisiones políticas son difíciles de medir a corto plazo. Basta echar la vista atrás para ver que, con la creación del EURO, los distintos partidos políticos se lanzaron a amurallar sus respectivos feudos autonómicos, reforzando sus plantillas con la contratación a dedo de 500.000 personas.

Lejos de suponer un seguro contra la corrupción política, el EURO la ha potenciado y multiplicado. La Casta Política tenía parasitada la actividad inmobiliaria, cierto, pero también era la garantía paradójica de que el “derecho de residencia” tuviera “valor”. El sector constructor, regulado, innovador y productivo, era el motor económico del empleo y de la inversión en España.

Tal y como algunos vaticinamos, al gripar el motor no se alcanzaron ni mayor productividad ni mayor eficiencia: solo destrucción de empleo y deflación. La Casta Parasitaria cambio de huésped y, para justificar sus sueldos y comisiones, duplicó el Gasto Público y la presión fiscal hasta provocar la quiebra de las Cuentas Públicas. Y si ya solo eso sería grave, lo peor estaba por llegar. Se descompuso, por pura corrupción, en pequeños Reinos de Taifa que conspiran contra España y que se venden al mejor postor.

(c) Belge