Intradía, medio/largo plazo y estarse quieto.


Hoy he recordado una frase de Warren Buffett que leí hace ya bastante tiempo, dice así: “Gran parte del éxito es atribuible a la inactividad. La mayoría de los inversores no pueden resistirse a la tentación de comprar y vender constantemente”.

Creo que estas palabras son importantes, hay que tenerlas siempre en cuenta operes en el plazo que operes. Muchas veces se cae en el error de sobreoperar, comprar más de la cuenta, vender más…Pienso que es debido a un problema en nuestra mentalidad, hemos adquirido la noción de que cuánto más hagas más obtienes; ideas tales cómo “si trabajo más horas ganaré más dinero”, en el mundo de las inversiones no funcionan. Recuerdo cuando empecé, caí en ese error, hacía más compras de las que debía y, por lo tanto no gestionaba bien el riesgo y, en esto, si no gestionas bien el riesgo tarde o temprano estarás perdido.

La cultura y la educación que hemos recibido nos condiciona a tener una mentalidad determinada pero, no siempre es correcta o funciona, por eso debemos ajustarla a lo que estamos haciendo. Los brokers y demás lo saben y se aprovechan de ello, pensad por un momento en su negocio, cuando compras les pagas una comisión, cuando vendes les pagas otra comisión…realmente ganan independientemente del resultado que obtengas; cuántas más operaciones realices más comisiones reciben. Les interesa que operes en gráficos de una hora, de quince minutos, de cinco, de un minuto, de ticks…cuánto más pequeño sea más operaciones realizarás y más beneficios recibirán.

Te ofrecerán cursos, pero fíjate que serán mayormente en vistas a que operes intradía.

Con esto no estoy diciendo que no se gane realizando operaciones intradía, yo mismo hago a veces, pero no estoy todos los días ni todas las horas, busco los días que son más propicios estadísticamente y los momento que mejor funcionan durante el día y, en el caso que tenga una señal de entrada realizo la operación, intento obtener una ventaja estadística. Y otra cosa que quería comentar al respecto, la parte dedicada para esas operaciones es la más pequeña. La inversión del capital principal la realizo a largo y medio plazo, aburriendo al broker. Otra parte para el corto plazo con pautas estacionales semanales y, por último intradía, siendo la más pequeña de todas.

 

Conozco gente que está todo el día cara a la pantalla realizando compras y ventas y, si en algún momento ganan dinero, acaban devolviéndolo al mercado en una especie de juego sinsentido. Hablo con ellos y me comentan que se han metido a invertir para dejar de trabajar, pero se pasan nueve horas cara a la pantalla comprando y vendiendo, perdiendo su tiempo y su dinero. En mi opinión eso es un dislate.Y si llegan a ganar, descontando el dinero en comisiones que pagan al broker ganan menos, o con suerte igual, que si invirtiesen de otra manera.

También conozco gente que gana dinero intradía de forma consistente, y son muy buenos, llevan años en el mercado y tienen una sobrada experiencia (y no están todo el día haciéndolo). Hay gente que se ha hecho “famosa” vendiendo cursos intradía y libros y en cuanto han llevado un producto mayor, como una SICAV, enseguida se han visto los resultados. Si se ganase más que en otras formas de invertir habrían grandes gestores que utilizarían esa metodología como parte principal. No me imagino a Buffett haciendo intradía y, por cierto, Berkshire Hathaway acaba de hacer nuevos máximos históricos..

Pero más que operar de una forma o de otra me refería al problema de no saber estarse quieto, no saber parar o dejar que corran los beneficios; curiosamente el ser humano tiende a aguantar las pérdidas y a cortar las ganancias…en cuanto pierde piensa que ya se recuperará…y si está ganando lo vende antes de hora para asegurar beneficios, con lo que arriesga más que gana y la esperanza matemática es de todo menos positiva.

Hay gente y empresas que se aprovechan de las ansías humanas de ganar dinero rápido, sin apenas formación (leyéndote su libro de 30 páginas aseguran que tienes bastante, por cierto, que apenas se diferencia de cualquier otro libro, no aporta nada nuevo y, como mucho, te ofrece un indicador “tuneado”), y sabiendo que por naturaleza tenderás a caer en sus redes….

Y resulta que es complicado, hay que cambiar muchas ideas preconcebidas, mucha mentalidad adquirida y organizarse, porque gran parte del tiempo se empleará leyendo y analizando y puede que se tenga la sensación de no estar haciendo nada. Por cierto, el interés compuesto funciona cuando se dejan correr los beneficios (y no en unas horas :)).

Otro sentimiento peligroso es querer recuperar lo perdido y realizar más operaciones de la cuenta; muchas veces he comentado que, personalmente, considero muy zen todo esto de las inversiones; me explico, si dejas que la euforia, la rabía, la avaricia y sentimientos similares te dominen, lo normal es que acabes perdiendo tu cuenta.

Y en lo de seguir a un “gurú”, que el gurú sea tu realidad, que los resultados sean quien demuestre el funcionamiento de lo que aprendes.

Un saludo y suerte en vuestras inversiones.

Este artículo fue publicado por primera ves en: https://labolsa.pro/opiniones-sobre-la-bolsa/84-intradia-vs-medio-largo-plazo

La Quiniela de Inlucro.org


Se anuncia una jornada tranquila, tras un arranque marcado por las sorpresas. El Real Madrid perdió comba en Bilbao, la semana pasada, pero volvió a jugar bastante bien frente a la Roma. El resto de partidos viene condicionado por las competiciones europeas. En Segunda, Málaga, Mallorca y Las Palmas deben confirmar que son los tres principales candidatos a volver a Primera.

La Quiniela de la Semana

Partidos Pronóstico Pronóstico Pronóstico Resultado
Leganés Levante X2 12 1X 2
Valencia Alavés 1X 1 X2 1
Osasuna Villareal 1X X X 1
Mallorca Español X2 1X 12 1
Celta Bilbao 1X X 12 1
Valladolid Atlético 2 1X 2 X
Sociedad Getafe 1 1 X 2
Barcelona Sevilla 1 1 1 1
Fuenla Gijón X X2 1X 1
Oviedo Numancia X X2 1 X
Zaragoza Cádiz 1X 1 1 2
Depor Almería X 12 X X
Huesca Málaga 1X X 12 1
Racing Gerona X 12 X2 2
Madrid Granada 1-1 4-2

3 columna 7 dobles reducidos al 13 por 36 euros


Lista provisional de Participantes 2020/2021

Bote + premios Participante Total Jugado 2017/18 Total Jugado 2018/2019 Total jugado 1-27
2019/2020
Sept -julio 20/21
(Primitiva)
0 Cascoporro 125 euros 116, 36 euros 78 euros 120 euros
0 Andrés 122 euros 89,38 euros 78 euros 73,2 euros
0 Tartesos 121 euros 111,36 euros 78 euros 76 euros
0 Charly 82 euros
0 Konstancio 86 euros 57,2 euros
0 Dave 82 euros
0 Kikova 126 euros
0 Sawalhas 122 euros 67, 36 euros
0 euros Belge 139 euros 119,36 euros 78 euros 185,4 euros
+ 22 euros Vincent 121 euros 116,36 euros 78 euros 185,4 euros
Libro Capodimonte 202 euros 119,36 euros 78 euros
Rafa/Victor 6 euros 7,5 euros
Santiago 79 euros
Rufi 28,33 euros 21 euros
Lechu 144 euros 119,36 euros 77 euros
Alfonso 188 euros 119,36 euros 77 euros
13 euros Club InLucro 22,5 euros 38,2 euros 8,5 euros
PREMIOS 155,73 euros 54,65 euros 491,77 euros

Múltiple de 7 números ( 7 euros )


Refutación de Laffer o el Síndrome de Robin Hood


falacia lafferImpuestos progresivos o impuestos eficientes.

Es un tópico muy extendido entre los liberales necesitados de amor creer que Laffer demostró, en una servilleta de bar, cómo la recaudación fiscal baja de manera inversa a una creciente presión fiscal. Es una de esas medio verdades o tautologías de la Vulgata economicista que no le hace ningún bien ni al liberalismo ni a la ciencia económica. La Curva de Laffer nace, en realidad, de una ilusión óptica. Es un pequeño truco de prestidigitación matemática.

Para demostrar el error de razonamiento en el que incurren los defensores de la Curva de Laffer, hay que recurrir a la descripción del Síndrome de Robin Hood y a la Paradoja del Bosque de Sheerwood en Notthingham.

Sabido es que el malvado  Sheriff  socialista de Notthingham asienta su poder sobre un ejército de mercenarios analfabetos  a los que paga tarde y mal; a duras penas les llega la magra soldada para pagar la hipoteca de la choza, el preceptor de los niños y las pintas de hidromiel en el burdel del pueblo.

Para  saquear el pueblo más rico de la comarca tienen que atravesar el tupido Bosque de Sheerwood, en el que se esconden los aldeanos renegados y pequeños delincuentes huidos de la Justicia. El esfuerzo de ir a buscarlos no vale el precio de la soga para colgarlos, de modo que es preferible organizar un pequeño convoy militar para transportar de modo seguro la Caja de Caudales.

Cuando las cosechas son buenas, reina la paz y la concordia, y el coste de mantener el orden y recaudar tributos es mucho menor que cuando las cosechas son malas y la discordia obliga a contratar y mantener un número mayor de mercenarios.  Aunque no es necesariamente una función lineal, el gasto para recaudar y transportar la Caja crece de modo proporcional al número de renegados y delincuentes que huyen al Bosque de Sheerwood. De 0 a 1 crece el porcentaje relativo de la recaudación que debe emplearse para cruzar el Bosque, ya sea porque las cosechas son malas o porque ha crecido el número de delincuentes dispuestos a organizar una emboscada.

Nos enfrentamos a dos realidades con expresión matemática muy diferentes. Por un lado, los soldados del malvado Sheriff recaudan una parte de la cosecha y del ahorro de los aldeanos en función de los criterios establecidos por el Sheriff, y por el otro, deben transportar la Caja con los tributos recaudados hasta Nottingham.  La forma de hacerlo, de un modo seguro, es pactando una comisión con los aldeanos renegados. La comisión será más elevada si las necesidades que provoca una mala cosecha son mayores.

Hasta que aparece Robin Hood en escena, por culpa de los guionistas de Hollywood, todo funcionaba de un modo reglado.  Tanto en épocas de vacas gordas como de vacas flacas, la recaudación crece de un modo lineal hasta un porcentaje en que empieza a crecer el peaje que los delincuentes les cobran por atravesar el Bosque de forma segura. Lo único que varia de un año a otro es el tamaño de la cosecha y el impuesto que cobran los delincuentes.

Robin, el hijo vividor de un político local venido a menos, regresa a casa tras irse de Erasmus por varios reinos europeos más avanzados. Enseguida se da cuenta que puede sacar tajada del negocio que tienen montado en Nottingham.  El secreto está en la masa. Por un lado, solivianta a los aldeanos analfabetos y muertos de hambre, contándoles que son nación aparte y tienen derecho a decidir por su cuenta que hacer con sus cosechas, hasta conseguir pastorear un ejército de renegados y delincuentes en el Bosque, y por el otro, renegocia al alza la Comisión de Paso con el Jefe del destacamento.

El Sheriff y Robin Hood son personajes antagónicos, que se dedican a lo mismo: cobrar un porcentaje de la riqueza producida por mantener el status quo social. Pero la posición de Robin es mucho más sutil. A los aldeanos les cobra un impuesto indirecto, el incremento marginal de la Presión Fiscal, y a los mercenarios del Sheriff, un peaje directo por atravesar el Bosque.  Pero: ¿Para qué conformarse con vivir escondido en un bosque frío y húmedo, si puede dormir en el Castillo de Notthingham?

Como se puede observar en el ejemplo analizado, la famosa Curva de Laffer, de la que tanto presumen algunos políticos metidos a economistas, es la superposición de dos curvas de aspecto muy diferentes.  En la primera de ellas, la recaudación crece de forma casi lineal hasta que llega al 100% de lo recaudable, momento en que ya se mantiene constante;  en la segunda,  el peaje que los delincuentes son capaces de cobrarles a los mercenarios es nulo y se mantiene casi nulo, hasta que crece el número de renegados dispuestos a organizar una peligrosa emboscada.

Para incrementar el tributo, el Sheriff debe mandar un mayor contingente de soldados a saquear la aldea y enfrentarse a los aldeanos emboscados. Es un error funesto que propicia que Robin le derrote y sustituya.  La lógica de los mercenarios es cobrar su nómina y mantenerse con vida; la de los  renegados, solo mantenerse con vida. Economía regulada versus economía sumergida. Lo que se puede traducir con una sencilla expresión: si crece la presión fiscal, es mejor negocio  cobrar impuestos que producir riqueza.

La principal lección que se puede extraer de la Paradoja del Bosque de Sheerwood y del Síndrome de Robin Hood, es que las dos curvas funcionan de forma independientes y predecibles hasta que aparece la política en escena. No es la presión fiscal el elemento determinante de estas dos ecuaciones: es lo tupido que sea el Bosque. Si el Sheriff optara por quemar y arrasar el Bosque, se podía ahorrar cualquier peaje y derrotar sin gran esfuerzo el patético ejército de renegados .

© Belge

¿Son mejores unos impuestos progresivos y decorativos o desiguales pero eficientes?


“Entre todos la mataron y ella sola se murió. La base irrenunciable para el análisis es la observación empírica de los hechos. De nada sirve quejarse de los “hooligans” que han agitado las tertulias y abucheado el Informe del prestigioso Manuel lagares, como algunos catedráticos respetuosos y reverenciales. El sistema fiscal vigente en España es claramente disfuncional y es absolutamente imposible no constatar que la recaudación tributaria efectiva es muy baja en relación al resto de países del entorno económico. De ese hecho no se puede ni debe deducir que el grueso de los contribuyentes españoles pague menos o soporte una presión fiscal media inferior: al contrario, todo apunta a que es el ciudadano europeo que mayor presión fiscal media indirecta soporta. Entre 1993 y 2013, muchos españoles con una renta inferior a la media han pagado más de 65% de impuestos y tasas.  La ideología es una magnífica coartada para justificar el fraude, la ineficiencia, la desidia y el descontrol.

De entrada, no es posible seguir manteniendo la ficción de dos conceptos nucleares podridos de ideología. Ni la progresividad en el impuesto es justa y deseable, ni los impuestos indirectos son eficientes. No es un problema de medios ni de control: ambos conceptos favorecen el arbitraje y multiplican el fraude fiscal porque son en esencia perversos. El sistema fiscal no es un ansiolítico que deba servir para atemperar el sentimiento de frustración, de envidia o la mala educación de algunos colectivos;  su principal característica debe ser la eficiencia en la recaudación, porque las consecuencias que se derivan de un sistema de recaudación ineficiente son más dañinas que la ausencia de recaudación. Menos de la tercera parte del IVA que pagan realmente los consumidores llega a Hacienda; el 90% del IRPF lo soportan los contribuyentes con nóminas medias y bajas.

El sistema de imposición indirecta precisa un gran aparato administrativo de control, cada vez más costoso y cada vez más ineficiente. Es un sistema pensado por fomentar el fraude y el arbitraje. El sistema de multas no puede funcionar. Ir a la cárcel a los 75 años tras haber enriquecido a 3 generaciones de descendientes no es un castigo, es un título de gloria. En España, sin ir más lejos, un tercio de la población más rica no ha pagado nada a Hacienda en los últimos 15 años, ni directa ni indirectamente, y se ha beneficiado de generosas subvenciones. Lo han podido hacer gracias a un sistema de impuestos decorativos que los partidos de izquierda defienden en nombre de la redistribución social. El gran truco de la progresividad consiste en segmentar a los contribuyentes pobres en varios tramos: simplemente pobres, muy pobres y rematadamente pobres.”

(c) Belge.  Febrero 2013